En la zona norte de Maracaibo hay barriadas que fueron fundadas hace más de 40 años y que aún no cuentan con una red de servicios básicos para beneficio de sus habitantes, quienes en medio de múltiples carencias, se las tienen que ingeniar a diario que para realizar sus labores cotidianas.
Estos lugares persisten en el tiempo sin tener calles asfaltadas, gas domestico, agua potable por tubería o colectores de aguas servidas, entre otras deficiencias. Muchas personas viven en condiciones de pobreza extrema, dentro de ranchos hechos con láminas de zinc oxidadas, cercados con alambres de púas.
A pesar de estas precarias circunstancias, muchos jóvenes con deseos de emprender y superarse, salen todos los días a la calle para buscar a "DIOS" y lograr a futuro un mejor bienestar, pues el barrio les ha mostrado la verdadera cara de la miseria y la indolencia de los gobernantes de turno.
Una de estas barriadas se llama Brisas del Norte y se ubica detrás de la concurrida "Bomba Caribe", en la parroquia Idelfonso Vásquez. Los habitantes de este sector, fundado a principios de la década de 1.990, claman a los entes gubernamentales de la región que les hagan carreteras, aceras y brocales.
Otra comunidad asentada en la zona norte de Maracaibo es el barrio Virgen del Carmen, situada detrás del centro comercial Sambil, la cual también presenta las mismas carencias en cuanto a servicios públicos se refiere. Asimismo, están los habitantes de Ajonjolí, Catatumbo, Los Cachos, Los Brollos y El Curarire.
Itala Mazulli, es una de las fundadoras de Brisas del Norte y manifestó que esa comunidad nunca ha tenido agua ni gas por tubería. Destacó que a excepción de la avenida principal que inicia en la Bomba Caribe, ninguna otra calle de esa barriada cuenta con asfalto y aceras.
Lourdes Ibarrán, docente de la Escuela Básica Brisas del Norte, hizo un llamado a las autoridades competentes en materia de educación del estado Zulia, para que se presenten en este plantel y hagan una evaluación de las malas condiciones en las que se encuentra.
"Necesitamos que nos ayuden a recuperar la escuela porque los más afectados son los niños, pues sufren de calor y zancudos dentro de los salones de clases y en las áreas comunes del plantel. Muchos no tienen transporte y se vienen a pie. Otro problema que enfrentamos es la cañada pues se desborda cuando llueve y muchas calles se inundan, incluyendo este lugar", dijo.
En este sentido, Marcos Castillo, residente del barrio Ajonjolí, destacó que, inexplicablemente, hay sectores aledaños que fueron fundados antes de su comunidad y que cuentan con todos los servicios públicos. Agregó que el frente de su casa se inunda cada vez que llueve a cántaros y que tanto a él como al resto de su familia, se le dificulta mucho entrar y salir del inmueble.
"Esto es el mundo al revés porque yo tengo casi 35 años viviendo en Ajonjolí y sus calles nunca han sido asfaltadas. hay comunidades cercanas que no son tan antiguas como este barrio y tienen hasta red de cloacas. Aquí pusieron la tubería del gas pero no hay servicio porque se llenaron de agua con las lluvias", comentó Marcos Castillo.
Noticia al Día / José Gregorio Flores
Fotos: Xiomara Solano
Video: Wilberth Marval.
