Un hombre soñador, de 33 años, impulsado por la energía de su segunda juventud de recorrer el mundo, decidió probar suerte fuera de Venezuela y se arriesgó a tomar rumbo a Colombia. Se trata del marabino, Michael Pacheco Mendoza.
Pero sus proyectos se derrumbaron al tener un accidente en una fábrica de bloques dejándolo sin las dos piernas al trabajar en el país vecino. El incidente ocurrió, en el 2018, cuando los encargados de la empresa decidieron encender la máquina sin percatarse que Michael estaba trabajando encima de ella.
Contó que después del accidente, sus amigos más cercanos lo ayudaron a que sus pasos no sean incómodos colocando en sus piernas un par de cascos protectores ya que en su día a día caminaba con un par de cotizas amarradas a su cuerpo.
Quien ayudó a retomar a tierras marabinas, fue su mamá, en el 2023. Actualmente es padre de cuatro hijos y reside en el Barrio Calendario de San José de La Montaña, ubicado en la parroquia Antonio Borjas Romero.
Lucha por una calidad de vida
Michael recordó con un espíritu luchador que la empresa solo lo ayudó a cubrir con los gastos del hospital y que actualmente no le han dado su indemnización ni reparación de daños.
Sin embargo, Michael Pacheco, sigue luchando para obtener una mejor calidad de vida vendiendo caramelos en las paradas de semáforos de Delicias con Dr Portillo en una esquina donde venden muchas frutas.
Lea también: La otra cara de los limpiavidrios de Maracaibo: Belkys Naveda
Su sueño es obtener unas prótesis para poder desenvolverse mejor por la ciudad. Él es experto trabajando en áreas de construcción y le encanta el arte.
Los especialistas le recomendaron a Michael que debe cambiar sus cascos por una prótesis ya que dentro de unos años, sus rodillas se desgastarán, y le impedirán colocarse unas prótesis adecuadas para él.
Por lo que solicitó ayuda a los gobernantes para obtener un mejor desenvolvimiento en la ciudad, bien sea una silla de ruedas, muletas o lo que él desea, unas prótesis.
Sin apagar su espíritu trabajador quiere y desea seguir trabajando ya que tiene un corazón dispuesto para hacerlo y se considera apto para laborar. “Para donde me envíen yo trabajo”.
Andrea Guerrero
Noticia al Día
