A las seis de la mañana y con mucha energía comienzan los días de Angélica María Tello Pérez, una joven marabina que a sus de 25 años de edad, desempeña diversas ocupaciones que alterna con su faceta de estudiante en La Universidad del Zulia, donde cursa séptimo semestre de arquitectura.
Angélica reside en el sector 18 de Octubre junto a su madre quien desde la infancia la ha apoyado en todas las metas que se ha propuesto, como por ejemplo, su pasión por la danza y el baile, su afición por la cocina, su destreza como bartender y hasta la necesidad de salir a taxear o hacer transporte particular.
Su rutina comienza desde tempranas horas de la mañana y por ello tuvo que aprender a administrar bien su tiempo para cumplir con todas sus obligaciones, teniendo la carrera que cursa como prioridad, la cual está a tan solo tres semestres de culminar con mucho esfuerzo y sacrificio.
Entre sus ocupaciones diarias destaca su rol como profesora en la academia de baile y danza Essencial Dance Academy, emprendimiento que inició hace dos años y el cual quiere seguir desarrollando ya que a diferencia de otros jóvenes, no tiene intenciones de irse de Venezuela.
La sede de Essencial Dance Academy está ubicada en plena Circunvalación 2, sector Cumbres de Maracaibo, pero Angélica María tiene el sueño de expandir su negocio en toda la región zuliana. Sostiene que la constancia y la perseverancia, son claves para generar un mejor bienestar económico.
"No me gusta estar sin hacer nada y por eso desde que tengo uso de razón, siempre me ha gustado ganarme las cosas por cuenta propia. Empecé a bailar cuando tenía cinco años y es mi mayor pasión, con lo que más me identifico. También me gusta cocinar y llegué a tener mi propio restaurante de hamburguesas smash. Nunca me cierro a un nuevo proyecto, si me gusta y tengo los medios, lo emprendo. En la vida hay que tener cierto grado de ambición", dijo.
Angélica manifestó que gracias a la capacitación que le dio una amiga, aprendió a preparar diferentes tragos y cócteles (entre otras bebidas), aptitud que le permitió trabajar como bartender durante dos años, aproximadamente, en sitios nocturnos de la ciudad, eventos y fiestas privadas.
"Ante cualquier eventualidad hay que estar preparado y por eso yo siempre busco cosas nuevas por hacer y aprender. Sería terrible atravesar una mala situación, tener carencias familiares, personales y no contar con dinero suficiente para solventarlas. Trabajo duro por mi y para mi familia. Una de mis mayores satisfacciones es tener estabilidad económica en mi casa, no me gusta el conformismo", expresó.
Noticia al Día / José Gregorio Flores