El caso de Marisol Ocando.- Aquel investigador solía dar unas vueltas por las tardes con su novia de la mano. “Greñuda” la llamaba. Ponía límites en las conversaciones cuando se trataba de trabajo, más cuando la veía muy interesada.
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– ¿Sabes que de poetas, policías y locos todos tenemos un poco?, bromeaba la chica
– ¿Qué piensas del asesinato de la muchacha?, pregunta la “Greñuda”
– Si, ella
– Pues nada, la mató el marido, vamos a ver cuánto aguante, pero, lo vamos a “reventar” igualito. Reventar era una palabra que significaba resolver.
– Creo que te equivocas, amor
– Eso siempre termina así…
– En este caso no. Ese señor no mató a su esposa.
– ¿En qué te fundamentas para decir que es inocente?
– Intuición femenina, querido.
– No es suficiente
– La vez que estuve buscándote en Delegación lo vi llegar. Observé su mirada, sus ojos tristes, pero, lo que más detallé fue su manera de caminar. Iba lento, como si los pies le pesaran toneladas, vi que era el peso del dolor, de la pena. Ese hombre amaba a su mujer, ese hombre sufre porque se la quitaron, por haberla perdido.
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Hace silencio el investigador. Le brinda una barquilla de chocolate a su Greñuda. De regreso, en el cubículo de Homicidios.
-¿Inspector, no le parece que ya hemos “montado” mucho a ese tipo?
-¿A Israel?
-Ese mismo. Como que no es el asesino, esta vez se cayeron “las flechas”, estamos perdiendo tratando de que se enrede, de que se confunda, se le escape una vaina y nada.
-Tienes razón, vamos a extender el círculo, veamos los amigos.
Al número 862222 suministrado por Heberto Camacho en una de sus crónicas para Panorama se recibió una extraña llamada.
-Aló
-¿Camacho?
-Si, dígame
-Él no mató a Marisol
-¿Quién fue entonces?
-Dígale a la Petejota que investiguen mejor
-Dame pistas, resolvamos la vaina nosotros ¿Te parece?
-Que investiguen mejor..
Piii, piiii… cortó, Camacho contrariado.
-Epale, Jota C, pana vamos a bajar la presión con el marido de la muchacha, dice Camacho a Jota C.
-¿Te parece?
-Si, un pajarito me dijo que él no la mató (Continuará)
Josué Carrillo