Lunes 20 de enero de 2025
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Estefani Paz, la niña de Aldeas Infantiles quien se convirtió en mesera para sostener su mundo

Estefani Paz es un ejemplo de superación a seguir por toda la juventud. Durante una entrevista a NAD, relató su…

Estefani Paz, la niña de Aldeas Infantiles quien se convirtió en mesera para sostener su mundo
Para Estefani Paz, el éxito de un buen mesero es tener siempre una buena sonrisa. Foto: Xiomara Solano.
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Estefani Paz es un ejemplo de superación a seguir por toda la juventud. Durante una entrevista a NAD, relató su experiencia de vida y como logró convertirse en experta en atención al público

El sofisticado acto de servir en una mesa es un oficio que durante hace mucho tiempo fue desempeñado por hombres y solo estaba dirigido a la atención del público masculino, personas ricas y nobles. Así fue hasta que con la llegada del siglo 20, las mujeres con su belleza y encanto, comenzaron a ocupar diferentes espacios laborales, explorando nuevos caminos y oportunidades más allá del hogar, de la familia.

En consecuencia, los procesos educativos han consolidado la emancipación de la mujer y a su vez, su independencia económica, desempeño social y laboral. Atrás quedó la apariencia del típico mesero ataviado con camisa blanca, corbatín, pantalón negro y zapatos de charol, dándole paso a la imagen fresca y femenina que hoy en día engalana cualquier establecimiento comercial en la ciudad.

Tal es el caso de Estefani Rafaela Paz Fernández, una hermosa joven de cabello negro y ojos expresivos que trabaja como mesera desde hace dos años en el municipio San Francisco y que con mucha simpatía, relató su experiencia al equipo reporteril de Noticia al Día. Estefani derrocha cordialidad a la hora de atender una mesa pero la sonrisa que tiene es su mejor carta de presentación.

La rutina semanal de Estefani Paz Fernández comienza a las cinco y media de la mañana y termina pasadas las doce de la media noche, casi todos los días. Es madre soltera de dos niños que para pudiesen ir al colegio y darles el bienestar que se merecen, tuvo que dejar sus estudios en el quinto semestre de enfermería en el UNIR y ponerse a trabajar en un restaurante en donde se inició como mesera.

Estefani nació en Maracaibo hace 31 años y reside junto a sus seres queridos en el municipio San Francisco. Sus ganas de emprender y el deseo de superación que la caracteriza es un ejemplo a seguir por toda la juventud, ya que sus padres fallecieron cuando estaba pequeña y fue criada en la primera casa hogar que inauguraron en Venezuela, llamada "Aldeas Infantiles SOS", en la Cañada de Urdaneta.

Allí recibió sus primeras enseñanzas hasta que a los nueve años su familia decidió llevarla a vivir a una casa en la zona sur, la cual se convirtió en su nuevo hogar. Tras graduarse de bachiller ingresó al UNIR para estudiar enfermería pero al quinto semestre decidió dejar la carrera para trabajar y mejorar la calidad de vida de sus hijos, un varón de once y una niña de cinco.

Sostiene que en la actualidad las mujeres, si se lo proponen, pueden llegar a tener las mismas oportunidades que los hombres, pues solo hay que concentrarse en las metas que se quieren alcanzar y no desanimarse ante los obstáculos que se presenten en el camino hacia el éxito. Manifestó que su mayor inspiración son sus hijos y que por eso tomó la iniciativa de salir adelante sin tener pareja.

Relató que cuando buscó trabajo de mesera no sabia absolutamente nada sobre el oficio, sin embargo, logró un empleo por seis meses en un restaurante en la urbanización La Coromoto y fue allí recibió su primera capacitación. Tras año y medio en ese lugar, fue contratada en el restaurante Grand Chef. Considera que se requiere mucha vocación y entrega ser un buen mesero, pues el propósito es satisfacer al comensal y hacerlo sentir como si estuviese atendido en su propia casa.

"El éxito de un mesero depende en tener siempre una buena sonrisa, aunque el cliente sea difícil. De esa manera trabajo y hasta ahorita me va muy bien. He tenido una que otra mala experiencia con personas de carácter fuerte, pero sobrellevo la situación con mucha serenidad y profesionalismo. Me siento bien en mi ambiente laboral y me la llevo muy bien con todos mis compañeros. Trabajo todos los días con mucho optimismo para darle lo mejor a mis hijos y algún día, tener mi propia casa", dijo.

Resaltó que aunque le cuesta administrar su tiempo para cumplir con todas sus responsabilidades y dedicarse un espacio para su feminidad, siempre hace todo lo posible por pasar ratos agradables con sus hijos, familia y amistades, pues hay días en los cuales trabaja más de 15 horas seguidas, pero dicho esfuerzo es compensado con las propinas que recibe al fin de cada jornada.

Asegura que el hecho de que una chica sea madre soltera no es impedimento para desistir de los propósitos que se quieran lograr en la vida, por lo que de manera muy entusiasta envió un mensaje de optimismo a todas aquellas mujeres jóvenes que atraviesen una mala situación a que no se den por vencidas y salgan adelante por sus propios medios, ya que los tiempos han cambiado y hay igualdad de oportunidades.

Noticia al Día / José Gregorio Flores

Fotos: Xiomara Solano

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