Juguetes, ropa deportiva, adornos navideños, fantasía y electrodomésticos, inundan la zona comercial de la capital zuliana, y a finales del mes de octubre y comienzos de noviembre toneladas de productos llegan a Las Pulgas, donde se consigue desde una aguja hasta una bicicleta traída desde Maicao, Colombia. Los zulianos se preparan para la fiesta navideña
"¡Mire! pase adelante, no sea verraco, oye, mira que hay de todo, si quiere un ‘trueno’ también lo tenemos o si quiere ‘cuatro ruedas’ avise o le damos más gasolina a buen precio".
Así escuchamos comerciantes ambulantes ofrecer en las adyacencias del mercado Las Pulgas, en la parte trasera, en un tono colombiano que se confunde con el del maracucho cuando exclama: "Pasá, mirá, que aqui no cobramos por mirar". Tambien cuando grita los precios a todo pulmón y le llega a decir al comprador "Llevalo, llevalo y si no tenéis cobre hasta gratis te lo dejo".
La frontera de Paraguachón se convirtió en un punto clave para la reactivación comercial entre Colombia y Venezuela gracias a su proximidad con los puertos de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena y hoy en día figura como el puerto de carga terrestre más importante de ambos países.
Tras los recientes acercamientos entre Colombia y Venezuela que derivaron en la reapertura de la frontera Cúcuta-San Antonio. se ha incrementado el número de empresas que, con interés en el intercambio comercial binacional, buscan las vías para exportar e importar desde y hacia Colombia y Venezuela.
En cualquier calle de Maracaibo, principalmente en la zona comercial, se ofrece toda clase de mercancía traída desde Colombia, desde una aguja hasta una bicicleta.
El efímero sueldo mínimo venezolano ha llevado a los maracuchos a buscar otras fuentes de trabajo que le permitan mantener a sus familias y cubrir los gastos básicos.
Durante los últimos meses, las ventas improvisadas de alimentos traídos desde Colombia se han multiplicado, sobre todo con la llegada de la fiesta en honor de la Chinita y la Navidad.
Lo cierto es que el bullicio en la zona comercial de la ciudad se ha incrementado ante la cercanía de las fiestas decembrinas. Es en este lugar, donde los parroquianos juegan a enfrentar la crisis, los que venden un poco más economico con productos traídos desde Colombia y los que buscan "la rebaja" como una manera de equilibrar su presupuesto.
Hay de todo como en botica
Aquel refrán de que hay de todo como en botica no está lejos de la realidad. Todo lo que se consigue en la población de Maicao en la frontera colombiana con Venezuela, está en venta libremente en el nuestro.
Desde alimentos envasados hasta cereales, pastas. embutidos, sin contar lo último en electrodomésticos, vestidos, calzados, lencería y la jugueteria más moderna que exhiben los japoneses.
Los que acuden a la zona comercial dicen que Las Pulgas es el otro Maicao pero el venezolano. Llega a ser tan real o su parecido es tal, que representa el principal distribuidor de medicamentos de contrabando del país.
En este mercado se observan cuadras completas de venta de medicinas, que van desde una aspirina, hasta un medicamento para aliviar los dolores del cáncer o anticonceptivos. Los propios vendedores dicen: "si no lo conseguis aquí, no lo busquei, porque no existe ".
Lo que pasa de Colombia para acá
La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), según resolución de fecha 28 de octubre de 2019, establece un listado de bienes y productos de la canasta familiar que pueden cruzar los pasos fronterizos hacia nuestro país .
Esa lista indica alimentos preparados y sin preparar, entre ellos, aseo del hogar, confecciones y calzado, salud, educación, transporte, higiene personal y productos diversos.
Estas categorías especifican el tipo de producto que pueden comprar los venezolanos en Colombia y traer para acá.
Una resolución indica que el cupo de salida semanal que podrá cruzar una persona en estos rubros será lo equivalente a 50 unidades de valor tributario (UVT). Es decir, que si cada UVT está en 34 mil 270 pesos, semanalmente un venezolano podrá cruzar hasta 1.713.500 pesos con los productos permitidos en el listado. No más de esa cantidad en pesos.
Se tiene entonces que, 1.370.800 pesos (40 UVT) pueden ser comprados en productos relativos a los sectores de salud, alimentos, vivienda, aseo del hogar, confección y calzado, higiene personal y educación.
Venezolanos y colombianos "torean" la misma crisis en los mercados populares y centros comerciales.
Fotos: José López