Entre todas las razones, hay tres razones por las que la Tierra es un lugar muy especial. Y las tres tienen que ver con la Física. El campo gravitatorio le permite a la Tierra no dejar escapar su atmósfera, imprescindible por la vida. Marte, por ejemplo, no mantiene su atmósfera consigo.
La segunda razón es el campo magnético, que nos protege de las partículas dañinas provenientes del Sol, como bien muestran las auroras boreales. Se acaba de demostrar la existencia de la tercera: un campo eléctrico bipolar. Contrarresta la gravedad y arrastra las partículas al espacio.
El descubrimiento del campo eléctrico bipolar de la Tierra ha sido divulgado en el artículo titulado "Earth’s ambipolar electrostatic field and its role in ion escape to space”, publicado en la revista Nature en agosto de 2024.
Este estudio, liderado por Glyn Collinson del Centro de vuelos espacioales de la NASA representa un avance significativo en la física espacial, al confirmar por primera vez la existencia de este campo eléctrico, que juega un papel crucial en el escape de partículas ionizadas desde la atmósfera terrestre hacia el espacio.
El descubrimiento del campo eléctrico ambipolar
El concepto del campo eléctrico ambipolar no es nuevo. Desde la década de 1960, los científicos han teorizado que un campo eléctrico débil, pero extenso, podría estar presente en la Tierra, especialmente en las regiones polares, donde se observaba una fuga constante de partículas cargadas hacia el espacio, un fenómeno conocido como "viento polar".
Aunque se sospechaba que un campo eléctrico era responsable de este fenómeno, el medirlo había sido imposible por problemas técnicos que la ciencia no había superado hasta ahora.
La misión Endurance, un esfuerzo internacional liderado por la NASA, fue concebida específicamente para resolver este misterio.
El cohete suborbital fue equipado con instrumentos de última generación diseñados para detectar el tenue campo eléctrico en la atmósfera superior.
El lanzamiento desde Svalbard, una ubicación estratégica cerca del Polo Norte, permitió a los científicos maximizar las oportunidades de medición en un entorno donde el campo eléctrico ambipolar se manifestaría con mayor claridad.
Los datos obtenidos por el cohete Endurance revelaron varias características críticas del campo eléctrico ambipolar terrestre.
Este campo, que comienza a formarse aproximadamente a una altitud de 250 kilómetros, es fundamentalmente bidireccional, lo que significa que afecta tanto a las partículas cargadas positivamente como a las negativamente en la atmósfera.
Las partículas negativas, como los electrones, son extremadamente ligeras y tienden a ser impulsadas hacia el espacio por este campo.
Por otro lado, las partículas cargadas positivamente, como los iones, son considerablemente más pesadas y, bajo la influencia del campo eléctrico, son levantadas a alturas mayores antes de ser atraídas de nuevo hacia la Tierra por la gravedad.
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