A David Ramírez lo torturaron y mataron a tiros cerca de las 4 de la madrugada del pasado martes 2 de abril en las afueras de su domicilio ubicado en el parcelamiento Mi Esfuerzo, parroquia Marcial Hernández, en la zona oeste de la capital zuliana. Tenía 32 años de edad.
Su hermano, José Ramírez, tras retirar el cuerpo en la sede de la Policía científica, denunció a NAD que el infortunado hombre fue ajusticiado por una comisión de efectivos militares pertenecientes a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes con abuso de poder irrumpieron en su casa y lo sometieron para aniquilarlo.
Resaltó que dentro de la vivienda había seis niños pequeños y cinco adultos. Éstos, durante el "procedimiento", fueron encerrados mientras a David Ramírez lo llevaron al patio del inmueble para torturarlo y luego masacrarlo a tiros sin motivos aparentes.
José Ramírez aseguró que la comisión estaba integrada por hombres vestidos de civil, algunos uniformados y con pasamontañas que les cubrían el rostro, todos portando armas largas y cortas de alto calibre. Destacó que su hermano fue asesinado a sangre fría por haber sido testigo de un homicidio ocurrido en el año 2018 y que por ello lo amenazaban constantemente.
"A mi hermano lo mataron funcionarios de la GNB que sin mediar palabras, lo sacaron de su casa donde estaba durmiendo con su hija y le dispararon. Quiero denunciar que fue asesinado por haber sido testigo de la muerte de un hombre en 2018 y desde entonces lo venían amenazando. Nunca dejaron de atosigarlo hasta que finalmente le quitaron la vida", dijo José Ramírez.
Indicó que la comisión de militares que llegó a ajusticiar a David Ramírez no era de la zona oeste de Maracaibo sino del sector El Milagro. Agregó que la denuncia sobre el homicidio de su hermano fue colocada ante la fiscalía 45 del Ministerio Público y en la Defensoría Especial con Competencia Nacional para los Pueblos Indígenas, organismos que iniciaron las investigaciones pertinentes.
David Ramírez, quien dejó una hija en orfandad, trabajaba como agricultor en granjas ubicadas en la parroquia Marcial Hernández. También pastoreaba ovejas, oficio que le generaba algo de dinero para la manutención de su madre, su niña y del resto de su familia. Ninguna autoridad castrense de la entidad se ha pronunciado sobre esta situación en la cual hubo un presunto abuso de poder.
Noticia al Día / José Gregorio Flores