Varios habitantes del complejo habitacional Isla Dorada vieron a Mayerling Andrade (53), durante la mañana de ayer viernes sentada sobre las raíces de un árbol de mangle, mientras sollozaba y miraba fijamente las aguas del Lago de Maracaibo. Destacaron que el viento aún no ha borrado las huellas de las gomas que tenía puestas en la arena de playa que impera en el lugar.
Asimismo, se conoció que alrededor de la 1 de la tarde se levantó lentamente y se dirigió caminando por la bahía hasta un rompeolas de la zona donde se encuentra el canal de navegación. Desde entonces más nadie supo de su paradero hasta hoy sábado 20 de abril, que su cadáver fue localizado flotando por un grupo de pescadores artesanales.
Sus amigos y compañeros de trabajo están atónitos con lo sucedido, pues Mayerling Andrade, quien tenía más de ocho años trabajando como agente inmobiliario en la empresa de bienes raíces Regalado Group, siempre fue una mujer dinámica y proactiva con su carrera profesional. Aseguran que era una persona muy cordial, amable y con buen sentido del humor.
Por ahora las autoridades se encuentran investigando el caso hasta determinar, mediante entrevistas con personas ligadas a su entono familiar, social y laboral, qué ocurrió realmente con la infortunada mujer. Una hipótesis sobre su repentina muerte indica que cuando estaba en el rompeolas tropezó con una piedra, cayó al lago y quedó inconsciente y a la deriva.
Otra presunción apunta al suicidio, motivado por problemas pasionales o económicos, tomando en cuenta que el negocio de bienes raíces tiene altas y bajas en lo que a ventas se refiere. Todas estas versiones serán investigadas por las autoridades en materia detectivesca de la región, para esclarecer este lamentable suceso que ha generado gran conmoción entre los marabinos.
El pasado viernes 19 de abril Mayerling Andrade llegó a Isla Dorada, donde presuntamente tenía una cita pautada con unos clientes para mostrarles una propiedad en venta. Luego desapareció y su carro, un Renault modelo Logan de color dorado, fue recuperado por agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).
Tras su repentina ausencia, una compañera de trabajo se comunicó con las personas con las que supuestamente Mayerling se iba a reunir, pero negaron que tal encuentro haya sucedido. Desde entonces, sus familiares y amigos iniciaron la búsqueda hasta que finalmente fue hallada flotando en las aguas del Lago de Maracaibo.
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