El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, escribió un artículo a la Cancillería venezolana en el que expresaba su gratitud a sus colegas latinoamericanos por los 80 años de relaciones amistosas y fructíferas entre Múscu y Caracas, donde resaltan puntos destacados de su historia.
"En las últimas décadas, los lazos bilaterales se han desarrollado gradualmente", escribe el canciller ruso en su artículo Rusia y Venezuela: amistad y asociación a través del tiempo y la distancia. En esta carta, Lavrov presta atención a aquellas páginas de la historia que fueron fundamentales para las relaciones ruso-venezolanas y las acercaron al actual «nivel de asociación estratégica».
"Se basa en principios y valores que son fundamentales para nosotros: igualdad, confianza mutua, no injerencia en los asuntos internos de la otra parte, apoyo mutuo en el respeto de la soberanía y promoción de los intereses nacionales", sostuvo Lavrov.
A pesar de que este año se celebra el 80.º aniversario del establecimiento de relaciones ruso-venezolanas, los primeros contactos tuvieron lugar hace más de 200 años, indicó el diplomático.
"Según fuentes históricas, Francisco de Miranda, un caraqueño, que fue uno de los primeros en Sudamérica en alzar a sus compatriotas para luchar por la liberación de la región del yugo colonial español, llegó al Imperio Ruso en 1786. La emperatriz Catalina II de Rusia concedió al valeroso venezolano el grado de coronel en el ejército ruso y un pasaporte ruso para facilitarle los desplazamientos por Europa", indicó.
El 14 de marzo de 1945, Rusia y Venezuela establecieron un diálogo político permanente, lazos económicos, intercambio de delegaciones, además de contactos culturales y científicos, recuerda Lavrov. Esta fecha se considera el punto de partida moderno de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
El Tratado de Amistad y Cooperación entre la Federación de Rusia y la República de Venezuela de 1996 fundamenta las actuales relaciones entre los Estados y se ha convertido en una sólida base jurídica para su desarrollo.
Entre otras cosas, ambos países comparten puntos de vista similares. «Nuestros Estados están firmemente comprometidos con la creación de un orden mundial policéntrico más justo, basado en los principios de la Carta de las Naciones Unidas en su totalidad e interrelación y en el derecho de los pueblos del mundo a determinar por sí mismos las vías y los modelos de desarrollo político, social y económico», añadió el ministro ruso.
Noticia al Día / VTV