Jueves 21 de noviembre de 2024
Opinión

Otra vez el lago (por Francisco Arias Cárdenas)

Recientemente los voceros de la empresa norteamericana Chevron señalaron  una condición para incrementar la producción y exportación de petróleo, en…

Otra vez el lago (por Francisco Arias Cárdenas)
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Recientemente los voceros de la empresa norteamericana Chevron señalaron  una condición para incrementar la producción y exportación de petróleo, en las áreas donde la empresa está desarrollando sus actividades, es la recuperación del Lago de Maracaibo. Al mismo tiempo leíamos, informaciones dispersas en las redes sociales, sobre la solicitud de una línea de crédito a la CAF para las labores de su recuperación.

En alguna ocasión nos referían de un piloto de una línea aérea del sur, quién se vio obligado para aterrizar de emergencia en el aeropuerto de la chinita. Él decía en son de broma, admirado por la inmensidad del lago, que no estaba el mar Caribe al norte sino al oriente, por la gran masa de agua que debió sobrevolar en la emergencia antes del aterrizaje salvador.

El lago encantado y mágico, el del relámpago permanente del Catatumbo, el lago de las de las piraguas, el de los versos de poetas, el que trajo la tablita de la virgen, el de los manatíes, el de los pescadores, el de la flota gran colombiana  victoriosa de Padilla, el de  los cantos de Alí Primera.

Qué lástima que está tan lejos de Caracas.

Qué pena que tengamos tanta necesidad de sus riquezas y no podamos armonizar como sociedad su cuidado con su aprovechamiento óptimo del petróleo, del gas, de la pesca y del agua dulce que es una carencia del planeta tierra.

Recién iniciado el gobierno de Chávez, en esta idea de salvar el lago,  con un amante permanente de sus aguas, que fundió en el mismo lago sus cenizas, Roger Navas, junto a otros soñadores de ver sus aguas limpias, pedí entonces al presidente, la creación en PDVSA (aprovechadora de sus riquezas y responsable principal de los males del lago), de una vicepresidencia ambiental, fundamentalmente para que se ocupara de armonizar la exploración petrolera con el cuidado y mantenimiento de la cuenca.

Me dijo que había dado la instrucción en varias ocasiones y que se demoraba en aquella burocracia que era en sí,  casi un gobierno paralelo. La batalla cívica para  la aprobación de la Ley de Asignaciones Económicas Especiales, fue un paso importante en la  dirección de la atención y cuidado del lago.

Todavía es necesario que oigamos los investigadores en la Universidad del Zulia que siguen la idea de Roger y muchos otros amantes del lago de Maracaibo.

Lo que probablemente quiere decir Chevron, es que draguemos y facilitemos la entrada de barcos más grandes y con ello la cuña salina. Pero podemos decirles a ellos y a los que están pensando en ese viejo negocio de canalizaciones, que debemos ver la posibilidad de zonas portuarias fuera de sus aguas, revisar los planes, adecuarnos a lo mejor posible, bueno para los que sacan las riquezas fósiles y bueno para los manatíes, las manamanas, la vida humana.

Los estudios están hechos. Los modelos que han corrido expertos en recuperación de cuerpos de aguas, están vigentes. El último de hace menos de seis años.

Nos convoca Alí Primera, nos convoca Udón Pérez, nos convocan los peces y las toninas, los habitantes de las riveras del Coquivacoa, para que este momento de recuperación económica del país, en la celebración de los 200 años de la batalla naval, sea también  de salvación para el lago.

Sea de salvación de la vida misma, como cantó el falconiano que también amo bien al lago de Maracaibo. “Pare primo la canoa que me parece que llora la chinita allá en la orilla que no es una pesadilla despierto tú puedes ver…”

FRANCISCO J. ARIAS CÁRDENAS

[email protected]

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