Jueves 19 de septiembre de 2024
Opinión

Morir en un motel con el friito de Mérida (Josué Carrillo)

La muerte del señor, José Eustoquio Sánchez de 82 años en un motel o pensión de Tovar-Mérida ha dado para…

Morir en un motel con el friito de Mérida (Josué Carrillo)
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La muerte del señor, José Eustoquio Sánchez de 82 años en un motel o pensión de Tovar-Mérida ha dado para diversos comentarios. Se le considera un "solado caído" en esa batalla constante que es el amor.

Ya viejo y olvidadizo, el Maestro de la escritura y el periodismo, Gabriel García Márquez se refirió a ese escosor del sexo en los años dorados, "Memoria de mis putas tristes" cuenta la historia de un hombre de 90 años quien el día de su cumpleaños se regala una noche de placer con una bella mulata quien vende su virginidad para llevar comida a su casa.

José Eustoquio se fue al cielo porque su corazón no aguantó la sobremarcha que le imprimieron dos pastillitas azules. Una posada, un motel en Tovar-Mérida para entregarse a los goces y las pasiones de la carne son, para José Eustoquio y, para quien sea, un anhelo manifiesto o llevado "de una callada manera".

Si, tal vez, la dama no le hubiese exigido los brios de cuando era un hombre con mucha menos edad pudo haber salido feliz de la habitación con muchos recuerdos de los cuales sentirse ufano, aunque nadie está por saber si hay algo después de esto, si al irnos nos llevamos la memoria de la vida que tuvimos y las aventuras disfrutadas.

Para aquellos señores mayores quienes se atreven como José Eustoquio sería bueno que reflexionaran: con calmita, sin apuros, sin exigirse mucho se llega lejos.

Josué Carrillo

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