Por Vinicio Díaz Añez
Aunque resulte extraño, una arruga horizontal en la nariz puede indicar que tenemos debilidad en los órganos sexuales. Asimismo, unos labios hinchados tal vez sea un probable indicativo de estreñimiento. Un dolor facial, espasmos en el rostro y movimiento inusuales en los ojos difícil de controlar, pueden que sean anuncios de una neuralgia o de una parálisis facial.
Y es que a través de la cara y los diferentes órganos que hay en ella podemos saber si estamos bien o mal de salud. Todos hacemos esfuerzos para que nuestras caras reflejen todos los días una imagen lozana y plena de alegría. Las mujeres por lo general valiéndose de los cosméticos, y los hombres rasurando la barba. No obstante, los embates a los que nos someten el trabajo, la presión por cumplir con nuestras obligaciones hogareñas o el tránsito vehicular, entre otros efectos cotidianos, nos derriban ese semblante de alegría o relajamiento que idealmente deseamos mantener en nuestras caras.
Pero un rostro joven, maduro o ya revelando los rigores propios de la vejez, aun cuando esté maquillado, rasurado o sometido a un cuidado muy especial, suele presentar, sin que lo advirtamos, evidencias inocultables de enfermedades cuyos nombres y consecuencias ignoramos o de otras que sí conocemos, pero no les prestamos mayor atención, y que en ocasiones pueden ser evidencia de otras cuya existencia nos resistimos a admitir.
La enfermedad de Sturge-Weber, por ejemplo, es una de ellas. El síntoma clásico de esta enfermedad es una mancha plana de color vino en la cara, generalmente cerca del ojo o alrededor de él, y en la zona de la frente. Dicha mancha está presente desde el nacimiento y es una zona plana cuyo color puede variar
entre el rojo y el violeta oscuro. La causa de la mancha, de acuerdo con las investigaciones médicas, es la formación de demasiados vasos sanguíneos diminutos bajo la piel. Otros trastornos neurológicos que produce esta enfermedad incluyen convulsiones, debilidad muscular, cambios en la vista y retraso mental.
Otra enfermedad que se revela con unos simples lunares que aparecen de pronto en cara es la conocida como esclerosis tuberosa, un mal muy raro que, según las investigaciones realizadas, afecta a una de cada 50.000 personas y es transmitido a través de la madre.
El mal de Parkinson también es una enfermedad cuyos indicios primarios pueden ser detectados a través de la cara. Aunque sus síntomas tempranos se advierten mayormente cuando las personas afectadas comienzan a sentir temblores leves o a tener dificultad para levantarse de una silla, también se manifiesta cuando el rostro de la persona empieza a carecer de expresión y animación. Un dolor intenso en los pómulos puede revelar, cuando la persona no se ha reído mucho, algo nada agradable como es la sinusitis. El dolor que produce esta enfermedad convierte al rostro en su centro de irradiación toda vez que además de los pómulos afecta con similar intensidad los ojos y los dos lados de la nariz.
Existen muchas otras enfermedades como las anteriores cuya aparición y manifestación pueden ser diagnosticadas, o al menos determinadas, con la aparición de síntomas que surgen en nuestro rostro, según los estudios de la ciencia médica. Por ejemplo: Si usted nota puntos pequeños en sus ojos puede que se le esté estancando la circulación de la sangre o puede que vaya a tener problemas en los riñones.
Y hay más. Si la pupila es una cortina marrón oscura, demuestra que los órganos internos están llegando a ser más duros e inflexibles.
Por otra parte, si observa una arruga horizontal a través del surco debajo de la nariz, puede que ello sea un indicio de debilidad en los órganos sexuales. Asimismo, si nota que se hinchan los labios y la zona digestiva, puede que ello sea un indicativo de estreñimiento. La piel verdosa se ve raramente, pero si ésta se observa en los lados de la cara podría indicar cáncer de pulmón o demasiada azúcar. Otros indicios señalan que la aparición de áreas parduzcas de la piel del rostro puede ser generalmente una muestra de eventuales problemas en el hígado y en la vejiga.
El color purpurino en la nariz puede indicar un corazón muy ampliado y una tensión arterial alta. Los problemas del pulmón se pueden detectar mirando la nariz, y si hay una decoloración en la nariz puede que sea el punto de inicio de problemas, ahora, si la decoloración es en el interior de los ojos, apenas debajo de las cejas, es posible que la persona tenga algo en el bazo.
