Cuando desde Maracaibo la mirada se pierde en el colosal Lago, es inevitable detenerse en una isla llena de manglares y misterios. Se trata de Providencia, un triángulo de 6 kilómetros cuadrados erguido allí, frente a la ciudad puerto.
Providencia es todo un banquete de contemplación histórico y científico. Una prueba viva del genio de grandes venezolanos como El Libertador Simón Bolívar y el doctor Jacinto Convit, cuya vida y obra están separadas por más de un siglo pero unidas por aquella terrible enfermedad bíblica conocida como lepra.
Frente al milenario rechazo social e indigencia en la que sobrevivían los leprosos, Bolívar fundó el leprocomio o Isla de Lázaro en 1828, para atender a los enfermos y mejorar su calidad de vida en una locación que llegó a tener 17 pabellones de hospitalización, prefectura, cárcel, plazoletas, dos iglesias, biblioteca, banco, cementerio, escuela de artes y oficios, cine, oficina de correos, mercado, casas para los que vivían en pareja y hasta su propia moneda. Providencia hizo más llevadera la existencia de más de mil personas que allí habitaron, libres del escarnio público.
Funcionó hasta 1984, cuando gracias a la invención del científico venezolano, doctor Jacinto Convit, de la vacuna contra la lepra, puso punto final al aislamiento.
Hoy, solo quedan vestigios del pabellón, algunas casas y el cementerio, testigos mudos de nuestra historia.
En Zulia Solar visualizamos este monumento histórico como un paraíso para los viajeros que busquen pasar un día lleno de esparcimiento al aire libre. Para ello, contemplamos varios anillos de senderos para bicicletas y amantes de largos recorridos caminando por los bordes perimetralmente la isla para contemplar el majestuoso atardecer lacustre con todas las tonalidades posibles en el firmamento y sobre sus temperamentales aguas mientras la metrópoli se enciende para activar la urbe nocturna con toda su personalidad.
En la propuesta, se acondicionarán las mejores ensenadas como playas públicas. Y sus antiguas construcciones se restaurarán, para desarrollar un pueblo temático de la Venezuela colonial.
Por su condición de Isla, se prevé una absoluta independencia en materia de energía eléctrica. Para ello, se tiene previsto auxiliar a cada casa restaurada, y a las nuevas construcciones como restaurantes, tiendas de souvenirs, salas de exposiciones, a través de la instalación de sistemas fotovoltaicos autónomos con baterías.
Igual, todo el alumbrado alrededor de los senderos llevarán postes con lámparas fotovoltaicas LED, así como los miradores, campamentos y muelles.
Providencia será, en el Sistema Turístico Zulia Solar, una Isla Parque con brillo propio.
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Noticia al Día/Por Mariela Quintero Leal y Lenín Cardozo
