Hoy, 30 de mayo, se celebra en Venezuela el día del cartógrafo. Como rama de la cartografía, los planos adquieren relevancia en esta fecha y con ello una legendaria representación gráfica de Maracaibo: su primer plano a color, levantado en 1889 por el editor zuliano Eduardo López Rivas.
Apareció publicado en 1890 en el número 22 de la revista “El Zulia Ilustrado”, uno de los medios impresos propiedad del editor. El propósito de López Rivas al iniciar esta revista había sido el de dar a conocer al Estado Zulia en todas sus manifestaciones y, en el caso específico del plano, a su ciudad capital, Maracaibo.
Eduardo López Rivas
Para comprender el origen de este plano, es necesario profundizar en la personalidad de quien tomara la iniciativa de crearlo y conocer la realidad de su época. Se trata de Eduardo López Rivas, editor, periodista, maestro en técnicas gráficas, diplomado en dibujo natural y levantamiento de planos y poseedor de una profunda pasión por el Zulia.
Vivió en una época en que Antonio Guzmán Blanco, presidente de Venezuela y sempiterno gobernante, trataba por todos los medios de anular al Zulia, mientras los zulianos luchaban por impedírselo. El autócrata utilizaba la censura de prensa para ocultar los avances de la región y desplegaba su ilimitado poder para apropiarse de las rentas locales.
Eduardo López Rivas había fundado y dirigido varios periódicos, a través de los cuales denunciaba la actitud de Guzmán Blanco, su empeño en castigar al Zulia y sus artimañas para impedir el desarrollo de la región. Había pagado por ello con la clausura de sus diarios, la ruina, la cárcel y el destierro.
El rol de “El Zulia ilustrado”
Con la creación de la revista “El Zulia Ilustrado”, López Rivas ponía en marcha una sofisticada estrategia editorial, destinada a promover al Estado Zulia sin que la censura de Guzmán Blanco pudiera impedirlo. Se trataba de una revista centrada en la historia, los personajes, los lugares emblemáticos y los adelantos científicos, culturales y comerciales de la región. Una publicación genuinamente apolítica, que dejaba desarmado al dictador.
Como parte de esa estrategia nace la idea de elaborar un plano de Maracaibo y publicarlo en “El Zulia Ilustrado”. Dada su circulación nacional e internacional, y muy a disgusto de Guzmán Blanco, la revista resultaba un medio ideal para dar a conocer a la capital del Zulia, dentro y fuera del país.
López Rivas escribía así en las páginas de “El Zulia ilustrado”: ”Hoy tenemos la satisfacción de presentar a nuestros lectores un plano artísticamente dibujado y fotografiado en varios colores, trabajo que no solo representa la planta de la ciudad amada, sino un nuevo conato de nuestra buena voluntad por contribuir, en la medida de nuestras fuerzas, al enaltecimiento del Zulia y a sus múltiples progresos.”
Documento excepcional
El valor del documento cartográfico de López Rivas, no solo radica en ser el primer plano a color de Maracaibo. Se trata sobre todo de la exactitud al milímetro de esta representación de la ciudad, algo que ninguna otra hasta entonces había conseguido.
El resultado fue un retrato perfecto de Maracaibo, muy difícil de lograr con los recursos de agrimensura disponibles en la época. Sus acertadas indicaciones, certificadas por eruditos en cartografía urbana, dan una idea de la capacidad del zuliano en técnicas de topografía y planimetría.
López Rivas había realizado estudios de cartografía en Francia, país precursor en la materia y en el desarrollo de instrumentos geodésicos. En una expedición colosal de nueve años, los franceses habían logrado medir el ecuador y determinar con ello la forma de la tierra. Francia se había convertido desde entonces en el centro mundial de la cartografía. Poseía las mejores escuelas y en una de sus aulas se había formado el zuliano.
El editor realizó el levantamiento del plano con rigurosa precisión, tanto en las dimensiones como en la localización de los inmuebles. Aparecen todos los edificios de Maracaibo y todos sus puntos notables. Las 8 iglesias y las 9 escuelas de entonces. Las 6 cañadas de la ciudad, las 55 calles del Maracaibo decimonónico y la línea de recorrido del legendario tranvía.
Con esta impecable representación de la ciudad, manifestaba una vez más Eduardo López Rivas su profunda pasión por el Zulia. Una devoción genuina, motivo de incontables proyectos editoriales, que nos permiten hoy conocer nuestro pasado en imágenes.