Venezuela perdió en 2024 su último glaciar, el Humboldt, y junto a Eslovenia son los dos primeros países en perder todos sus glaciares en la época moderna.
Este hecho, junto a huracanes excepcionales, incendios forestales sin precedentes, sequías extenuantes y crecidas mortales dejaron una profunda huella en el tejido socioeconómico de América Latina y el Caribe en 2024, afirmó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe publicado este viernes.
El reporte "Estado del clima en América Latina y el Caribe 2024″ resaltó la pérdida del último glaciar venezolano.
Durante el siglo XX, Venezuela contaba con seis glaciares en la Sierra Nevada de Mérida: el Glaciar La Corona (Humboldt), La Concha, El Espejo, Timoncito, El León y Los Zerpa.
El aumento de las temperaturas ha llevado a la desaparición progresiva de cada uno de los glaciares. El Glaciar Humboldt, también conocido como "La Corona", fue el último en desaparecer. Estaba situado en el Pico Humboldt (4,940 metros sobre el nivel del mar). Para 2011, su extensión se había reducido a menos de 0.1 km², lo que lo clasificó como un "glaciar enano". Finalmente, a principios de 2024 se confirmó su desaparición total.
En 2024, "fueron declarados extintos en 2024″ también los glaciares Conejeras de la Sierra Nevada de Colombia y Martial Sur, en la porción argentina de la isla de Tierra del Fuego.
El informe advierte que 5.500 glaciares andinos "han perdido el 25% de su cobertura de hielo desde finales del sigloXIX" y "la velocidad a la que se están derritiendo los glaciares tropicales multiplica por diez la tasa media mundial".
El informe de la OMM apunta que el escenario de fenómenos meteorológicos extremos se agravó por los altos precios de los alimentos, la pobreza, la desigualdad y «los crecientes niveles de hambre, inestabilidad política e inseguridad sanitaria y alimentaria».
Las consecuencias de la pérdida de los glaciares
El deshielo de los glaciares repercute en el nivel del mar y los ciclos hidrológicos regionales, además de incidir en la aparición de peligros a escala local, como las crecidas por desbordamiento de lagos glaciares.
En América del Sur, los glaciares son fuentes de agua cruciales para millones de personas, por lo que su retroceso acelerado es motivo de preocupación..
Sin embargo, destaca que hay signos de esperanza, ya que las alertas tempranas de los servicios meteorológicos e hidrológicos de los diferentes países están «salvando vidas».
Lee también: Venezuela es el primer país en perder todos sus glaciares
Noticia al Día con información de El Impulso