Un centenar de personas vestidas de blanco recorrieron este martes las calles del poblado colombiano de Barrancas, para exigir la liberación de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, secuestrado el sábado en este municipio.
"¡Libérenlo ya!", corearon los asistentes a la manifestación por las calles del pueblo natal del extremo del Liverpool, quien abandonó el fin de semana la concentración del equipo inglés tras conocer el rapto.
Luciendo camisetas blancas con el rostro de Luis Manuel, conocido en el pueblo como Mané, los manifestantes cerraron su recorrido con una misa a cielo abierto en la que rezaron por su liberación.
"Es un momento que nadie se espera. De pronto algunas familias han pasado por esto, pero nosotros no. Sólo pedimos que así como todo el pueblo clama, lo suelten", dijo a la AFP Gabriel Díaz, músico y hermano de Luis Manuel.
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Según medios locales, los padres del futbolista estaban en una estación de servicio cuando hombres armados llegaron en moto y los interceptaron en esta región cercana a la frontera con Venezuela en el departamento de La Guajira (norte).
Cilenis Marulanda, la madre del jugador, fue rescatada poco después por la Policía, pero aún no hay noticias sobre el paradero del padre. Las autoridades ofrecen una recompensa de 48 mil dólares por información que permita ubicarlo.
Según la Policía, hasta el lunes nadie había contactado con la familia para hacer alguna exigencia económica a cambio de la liberación del padre del futbolista de la selección Colombia.
Entretanto, unos 200 uniformados buscan a Mané en la Serranía del Perijá, una cadena montañosa y fronteriza con Venezuela ubicada al este de Barrancas.
El fiscal general, Francisco Barbosa, dijo que los captores podrían haber llevado a Díaz a Venezuela. La Policía no ha corroborado esta información, pero alertó a las autoridades del otro lado de la frontera.
Colombia es un país atravesado por seis décadas de conflicto armado que dejan 9,5 millones de víctimas, 38 mil 28 de ellos secuestrados.
Barrancas, un municipio de unos 38 mil habitantes, está enclavado en una región donde operan delincuencia común, grupos paramilitares como las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, disidentes de las FARC que rechazaron el acuerdo de paz de 2016 y la guerrilla del ELN.
AFP