"Que tenga diez u once años, flaquita, blanca, bajita" eran las peticiones de Stefan Andrés Correa, un ecuatoriano-estadounidense que en los últimos dos años viajó 45 veces desde EEUU a Colombia para abusar sexualmente de menores de edad.
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Correa fue detenido el pasado viernes por las autoridades del país norteamericano en el Aeropuerto Internacional de Miami, cuando pretendía abordar un vuelo con destino a la capital colombiana, Bogotá, para luego tomar otro, que lo llevaría a Medellín.
Durante la captura se le incautaron nueve celulares, que tenían videos de los abusos sexuales a menores de edad en los que él mismo aparecía y conversaciones con un proxeneta que le organizaba los encuentros sexuales en la capital antioqueña.
Correa aceptó su responsabilidad por los delitos de explotación sexual de menores de 18 años y el intento de viajar con la intención de participar en conductas sexuales ilícitas que se le imputan en EEUU. Podría recibir una condena de entre 15 años de prisión y la cadena perpetua.