El PSC ganó las elecciones catalanas con 42 escaños, por delante de los 35 diputados de Junts de Carles Puigdemont. Sin embargo, el triunfo de Salvador Illa no le permitirá gobernar de manera inmediata.
Y es que el candidato socialista deberá pactar para poder gobernar en un escenario muy fragmentado. Un tripartito PSC-ERC-Comuns parece la única opción viable para liderar el Govern, ya que de esta forma se alcanzan los 68 diputados de la mayoría absoluta.
Illa ya comunicó anoche su intención de gobernar. "Asumo esta responsabilidad y, por consiguiente, en el momento en el que se haya constituido la Mesa del Parlament, manifestaré mi voluntad de presentar mi candidatura para presidir la Generalitat", declaró en la sede del PSC junto a miembros de su candidatura. Pero no solo él, sino que Puigdemont también se ofreció a liderar un "gobierno sólido".
El gran perdedor de los comicios catalanes es ERC. Los republicanos del president Pere Aragonès han visto reducidos sus apoyos y bajan hasta los 20 escaños, un resultado que no permite crear un frente soberanista. Pero, pese al descalabro electoral, tiene la llave de la gobernabilidad en Cataluña. Por su parte, el PP alcanzó la cuarta posición con 15 diputados, por delante de lo 11 de Vox. Detrás quedaron Comuns Sumar con 6 y la CUP con 4. Por su parte, Aliança Catalana, el partido de Sílvia Orriols, entra en el Parlament por primera vez con 2 diputados.
Pero las elecciones en Cataluña también han dejado otro damnificado: Ciudadanos. La formación naranja desaparece del Parlamento catalán. Tras varios años en la escena política catalana, no han conseguido ningún diputado al perder los seis que tenía al sumar únicamente 22 mil votos y perder 136 mil sufragios.
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Noticia al Día/Con información de el Confidencial