Martes 19 de noviembre de 2024
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Piedad Córdoba, la mediadora en liberaciones de secuestrados

Este sábado 20 de enero falleció la senadora colombiana Piedad Córdoba, a consecuencia de un infarto. En los últimos días,…

Piedad Córdoba, la mediadora en liberaciones de secuestrados
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Este sábado 20 de enero falleció la senadora colombiana Piedad Córdoba, a consecuencia de un infarto.

En los últimos días, antes de su fallecimiento, Córdoba había permanecido hospitalizada en la Clínica del Rosario, en la capital antioqueña.

Durante los gobiernos de Álvaro Uribe (2002-2010), Córdoba adquirió protagonismo en medio de los procesos de liberación de secuestrados en poder de las FARC. No obstante, víctimas de ese flagelo, como Íngrid Betancourt, señalaron que ella le habría dado un manejo político a dichas liberaciones, en alianza con el entonces presidente Hugo Chávez, con quien tuvo cercanía, al igual que con Nicolás Maduro.

Hacia el 2007, Chávez y Piedad compartían intereses políticos y querían ganar réditos por cuenta de las liberaciones de secuestrados en Colombia que llevaban años en poder de las FARC. El presidente venezolano quería mejorar popularidad para el referendo constitucional, el cual perdió finalmente, y Piedad se preparaba como candidata presidencial y también fracasó en sus pretensiones.

Cuando Uribe extraditó a alias Sonia y Simón Trinidad, guerrilleros de las FARC, a Estados Unidos, Piedad y la insurgencia insistían en que ambos debían ser devueltos a su país y pretendían que mantener secuestrados a los tres estadounidenses se convertiría en un mecanismo de presión para obtener sus exigencias.

Mucho de esto se conoció por los computadores del llamado canciller de las FARC, alias Raúl Reyes, muerto en Ecuador en marzo de 2008 durante un operativo militar ejecutado desde Colombia, pero dicha información no pudo ser judicializada por no haber sido recaudada conforme a la ley.
Esa falla procesal en la recaudación de las pruebas llevó a que la justicia le restaurara a Piedad el derecho de ser elegida en cargos públicos y a una indemnización de dos mil millones de pesos. Tampoco prosperó la causa penal en su contra.

Según se supo en ese momento, Piedad era conocida en las filas de las FARC con el alias de Teodora.

Hace un año, en enero de 2023, Córdoba le dio una larga entrevista a Semana en su apartamento del centro de Bogotá. Allí, habló de Petro, de la extradición de su hermano, de Álex Saab y de las acusaciones en su contra.

Sobre cómo veía al gobierno Petro, en esa entrevista señaló: “Me siento muy satisfecha, contenta. Fueron muchísimos años esperando un momento como este, casi más de 30 años, yo llegué al Congreso con Gustavo en 1991. Yo venía de Antioquia y ellos acababan de firmar el acuerdo de paz con el M-19. Uno esperaría que las cosas (en la presidencia) se dieran muy fácilmente y no ha sido así. No ha sido fácil. Son cambios profundos, estructurales, tienen que ver mucho con la igualdad, la fraternidad, con algo que ha sido central para él y muchos de nosotros, que es la vida”.

Sobre las cosas que no le gustaban del Gobierno, la entonces congresista dijo: “Hay una falla grande en el tema de la comunicación. La mayoría de la gente, muchas veces, está desinformada por la falta de una estrategia comunicacional. Hace falta una batalla comunicacional mucho más poderosa para que la gente se comprometa no solamente con el cambio, sino que se enamore de ese cambio. Que se enamore de lo que decían en la Revolución Francesa: igualdad y fraternidad. Si la gente está informada, sabe para dónde vamos, y conoce que esas reformas son estructurales, tiene la capacidad de empujar”.

“A Uribe no, porque no pienso como él. No es una aversión personal, sino que tenemos posturas muy diferentes frente al país, la autoridad, la vida, el gobierno. Le reconozco que es frentero. Si te va a dar, te da de frente, como somos todos los paisas”, señaló.

Sobre Santos, afirmó: “Sería muy mezquina no reconocer el esfuerzo que hizo frente a la paz. Acuérdense de que pierde el plebiscito y lo mismo le podría pasar a Gustavo, y se lo dije a Santos varias veces: hay que comunicar, hay que comunicar, hay que comunicar. Jamás lo hizo. Santos no me quiere, pero es una cosa que no lo puedo obligar. En un libro escribió que no quería que yo estuviera en el acuerdo de paz. Punto. Y ya”.

AFP

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