El nuevo alcalde de Chicago intenta resolver cómo albergar a cientos de inmigrantes, mayormente venezolanos, que están llegando en autobuses desde la frontera entre Estados Unidos y México, mientras algunos duermen en estaciones de policía y refugios atiborrados después de un aumento en los cruces fronterizos a inicios de este mes y ante el colapso de los refugios que están abarrotados.
Las autoridades de la tercera ciudad más grande de Estados Unidos dicen que no pueden pagar alquileres de habitaciones de hotel para todos los inmigrantes que llegan y están presionando para obtener más fondos federales. Algunos migrantes que buscan un lugar seguro para dormir han recurrido a las comisarías.
"Estamos esperando a ver dónde nos van a ubicar", dijo Tomás Orozco, un migrante de 55 años que llegó el miércoles a un albergue de Chicago con su familia después de un arduo viaje de siete semanas desde Venezuela.
El viaje los llevó a través del Tapón del Darién, la inhóspita selva que separa a Colombia y Panamá, y miembros de su familia todavía estaban enfermos tras haber tomado agua contaminada, dijo Orozco.
Los problemas de vivienda en Chicago y otras ciudades ocurre después que la semana pasada finalizaron las restricciones de la era del covid-19 conocidas como Título 42, que permitían a las autoridades locales expulsar a los migrantes a México sin la posibilidad de buscar asilo en Estados Unidos.
Cruce ilegal
Decenas de miles de personas se apuraron a cruzar la frontera ilegalmente antes de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, implementara una nueva y estricta regulación de asilo para reemplazar el Título 42.
A inicios del mes, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, reanudó una campaña de transporte de inmigrantes en autobús a los bastiones demócratas situados más al norte, incluidos Chicago y la Ciudad de Nueva York.
Nueva York pide fondos a Biden
El alcalde de la ciudad de Nueva York, el demócrata Eric Adams, pidió a la administración de Biden que proporcione más fondos a las ciudades que reciben inmigrantes recién llegados.
Adams suspendió algunas de las reglas del derecho a la vivienda de la ciudad la semana pasada, aludiendo a la presión de alojar a los solicitantes de asilo, y está considerando utilizar los gimnasios escolares como refugios.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, un demócrata que asumió el cargo el lunes, reafirmó el compromiso de la ciudad de acoger los solicitantes de asilo en su discurso de inauguración y dijo que "hay suficiente espacio para todos".
La predecesora demócrata de Johnson, Lori Lightfoot, declaró un estado de emergencia a principios de este mes, calificando la llegada de inmigrantes como una "crisis humanitaria" en el intento por obtener más asistencia federal.
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Noticia al Día / Con información de Reuters