Fiscales italianos informaron que presuntos contrabandistas cobraron casi ocho mil 500 dólares por cada persona (por cabeza) que realizaba el “viaje de la muerte”, en el que fallecieron al menos 65 migrantes desde Turquía hacia Italia.
Este mismo martes, equipos de rescate sacaron más cadáveres del mar, llegando a la cifra antes citada de muertos, en la devastadora última tragedia migratoria de Italia registrada el pasado domingo.
Según informa la agencia AP, autoridades retrasaron la vista prevista de los ataúdes para dar más tiempo a la identificación de los cuerpos, ya que familiares y amigos llegaron a la ciudad calabresa de Crotone con la esperanza de encontrar a sus seres queridos, algunos de los cuales provenían de Afganistán.
“Estoy buscando a mi tía y sus tres hijos”, dijo Aladdin Mohibzada, según recoge la agencia, y agregó que condujo 25 horas desde Alemania para llegar a la morgue improvisada instalada en un estadio deportivo. Dijo que se había cerciorado de que su tía y dos de los niños murieron, pero que un niño de cinco años sobrevivió y estaba resguardado en un centro de menores.
El “viaje de la muerte” italiano
Al menos 65 personas murieron cuando su bote de madera abarrotado se estrelló contra bajíos a solo cien yardas de la costa de Cutro y se partió la madrugada del domingo en medio del mar embravecido.
Según los informes, unas ochenta personas sobrevivieron, pero se teme que muchas más de las 65 reportadas hayan muerto, ya que los sobrevivientes indicaron que el barco había transportado a cerca de 170 personas cuando partió la semana pasada de Izmir, Turquía.
Muchos de los pasajeros procedían de Afganistán, incluidas familias enteras, así como de Pakistán, Siria e Irak. Los equipos de rescate sacaron dos cuerpos del mar este mismo martes, elevando el número de víctimas a 65, según la Policía.
Cabe mencionar que el gobierno de Meloni, quien ganó las elecciones el año pasado en parte con promesas de acabar con la migración, se ha concentrado en complicar los esfuerzos de los barcos humanitarios para realizar múltiples rescates en el Mediterráneo central, asignándoles puertos de desembarco a lo largo de las costas del norte de Italia.
Eso significa que los barcos necesitan más tiempo para regresar al mar después de traer a los migrantes a bordo y llevarlos a salvo a la costa.
Sin embargo, los barcos de rescate de los grupos de ayuda normalmente no operan en el área del naufragio del domingo, que ocurrió frente a la costa de Calabria en el Mar Jónico.
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Noticia al Día / Con información de AP, El Diario de NY
