Los disturbios nocturnos por la muerte de un joven baleado por la Policía se extendieron en la madrugada del jueves en Francia, donde 150 personas fueron detenidas, una "violencia" que el presidente francés calificó de "injustificable".
"Las últimas horas han estado marcadas por escenas de violencia contra una comisaría, pero también contra escuelas, ayuntamientos y, por tanto, contra las instituciones (…). Son injustificables", dijo Macron al inicio de una reunión de crisis.
El martes, un policía mató de un disparo a Nahel, un joven de 17 años, cuando éste se negó a obedecer las órdenes de dos agentes durante un control de tránsito en Nanterre, una ciudad al oeste de París conocida por su barrio de negocios de La Défense.
La Fiscalía indicó este jueves que "las condiciones legales" para el uso del arma "no se daban" y pidió prisión preventiva por homocidio voluntario para el policía de 38 años sospechoso de haber disparado, quien debe comparecer ante dos jueces de instrucción.
Desde entonces, la tensión es alta en los suburbios de la capital, donde las autoridades desplegaron en la noche dos mil agentes para evitar más disturbios, pero éstos también se extendieron a otras zonas como Lyon (este), Toulouse (suroeste) o Lille (norte).
Además de autos -66 sólo en Estrasburgo (noreste)- , se incendiaron escuelas en varias ciudades como en Tourcoing (norte), varias comisarias como en Ruán (noroeste), e incluso el ayuntamiento de Garges-lès-Gonesse, al norte de París.
"Estamos hartos de que nos traten así. Esto es por Nahel, somos Nahel", gritaban los jóvenes que durante la noche se enfrentaron esporádicamente en el noreste de París con la Policía durante más de tres horas, constató un periodista de la AFP.
Ciento cincuenta personas fueron detenidas en la pasada noche, indicó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien denunció violencias "insoportables contra símbolos de la República" y criticó a quienes no llamaron a la calma.
La nueva noche de disturbios se produce horas antes de una marcha en homenaje a Nahel convocada por su madre a las 14.00 (12.00 GMT) ante la prefectura de Nanterre, cerca de donde perdió la vida. "Es una revuelta por mi hijo", afirmó la víspera.
¿Estado de emergencia, como en 2005?
La muerte de Nahel provocó una fuerte indignación, desde Macron al capitán de la selección francesa de fútbol Kylian Mbappé, y relanzó el recurrente debate sobre la violencia policial. Trece personas murieron en circunstancias similares en 2022.
Un video publicado en redes sociales, que AFP verificó, muestra cómo un agente retiene a punta de pistola al conductor y le dispara a quemarropa cuando arranca. En la grabación se escucha a alguien exclamar: "¡Vas a recibir una bala en la cabeza!", aunque no queda claro quién lo dice.
La fuga del joven, fichado por la Policía por hechos similares, terminó a unas decenas de metros, cuando el coche se estrelló contra un poste. La víctima falleció poco después tras haber sido alcanzado en el tórax.
El drama trae de vuelta el recuerdo de los disturbios de 2005 en los suburbios de las grandes ciudades, después que dos adolescentes perdieron la vida electrocutados cuando huían de la Policía en Clichy-sous-Bois, al noroeste de París.
El gobierno del entonces presidente conservador Jacques Chirac decretó el estado de emergencia, por primera vez en la Francia metropolitana desde el final de la guerra de independencia de Argelia. Los dos policías inculpados fueron absueltos en 2015.
"Pido que se active inmediatamente el estado de emergencia allí donde hubo incidentes", pidió el líder derechista Éric Ciotti. Tanto la derecha como la extrema derecha reiteran su llamado a respetar la "presunción de inocencia" de los agentes.
El Gobierno afronta una situación delicada, máxime cuando sus críticas de la víspera crearon malestar entre los sindicatos de Policía, y busca conjugar la firmeza ante los disturbios con un apaciguamiento para evitar que se recrudezca la tensión.
En este contexto, la primera ministra centrista, Elisabeth Borne, anuló una visita al oeste del país y se aplazaron los viajes "no prioritarios" de los ministros, indicó a la AFP su oficina.
AFP