La heredera del trono de España, la princesa Leonor, juró fidelidad a la Constitución este martes, cuando cumplió 18 años, en una ceremonia con pompa en el Parlamento español a partir de la cual podrá legalmente suceder como jefa de Estado a Felipe VI.
Leonor de Borbón, acompañada de su padre el rey, su madre la reina Letizia y su hermana la infanta Sofía, prestó juramento en una sesión especial de las Cortes, un trámite que cumplió su abuelo Juan Carlos I en 1969, durante la dictadura franquista, y Felipe VI en 1986, en democracia.
"Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas y fidelidad al rey", expresó Leonor con una mano sobre el mismo ejemplar de la Constitución sobre el que juró su padre.
Vestida de traje blanco, la Princesa fue ovacionada por varios minutos después de su juramento en el hemiciclo del Parlamento.
La ceremonia fue seguida en pantallas gigantes colocadas en la céntrica Puerta del Sol madrileña y en otros lugares de la capital española.
En los alrededores del Parlamento, una multitud le brindó apoyo ondeando banderas de España.
En España, una monarquía parlamentaria, la Constitución establece que el varón tiene preferencia para heredar la Corona, pero Leonor no tiene hermanos varones.
El rey emérito Juan Carlos I, quien perseguido por los escándalos en el último tramo de su reinado abdicó en 2014 y se instaló en Abu Dabi en 2020, no estuvo presente en la ceremonia.
Sí participará, según la prensa, en la celebración familiar en el palacio de El Pardo, en las afueras de Madrid.
Tampoco asistieron los representantes de los partidos que concentran el sentimiento republicano, los independentistas catalanes, vascos y gallegos, y una parte de la izquierda radical.
"Ni monarquía, ni Constitución. Democracia. Libertad. Repúblicas", indicaron este martes en un manifiesto los partidos independentistas, que dijeron representar "el sentimiento de millones de personas (…) que ni reconocen ni amparan el régimen monárquico español".
Tres de los ministros del Gobierno pertenecientes a la plataforma de izquierda radical Sumar, militantes de partidos republicanos, no acudieron a la ceremonia.
Sí estuvo el socialista Pedro Sánchez, el presidente del gobierno saliente y quien actualmente negocia un nuevo ejecutivo para permanecer en el poder, para lo cual necesita los votos de los independentistas catalanes y vascos.
A diferencia de Juan Carlos, la princesa de Asturias suscita simpatías en un país donde el debate sobre la monarquía es perenne.
Luego de cursar estudios de primaria y bachillerato en Madrid y en Reino Unido, respectivamente, Leonor inició recientemente tres años de formación militar, como hizo su padre.
Aplausos a la Princesa
Diputados y senadores ovacionaron durante varios minutos a la Princesa, quien desde hoy ya puede suceder a su padre, Felipe VI. También la aplaudieron los miles de ciudadanos que siguieron la ceremonia ante las pantallas gigantes colocadas en dos puntos del centro de Madrid.
"Es un orgullo vivir un día así en España", explicó a AFP Blanca Palomares, una estudiante madrileña de 23 años que acudió a la plaza de la Puerta del Sol y para la que la jornada solamente tuvo un fallo: "tenía que haber sido fiesta nacional".
La heredera al trono de su padre, Felipe VI, recorrió las calles de Madrid desde el Palacio Real al Congreso, y de regreso, en un Rolls Royce Phantom IV, escoltada por la guardia real a caballo y saludando a quienes salieron a las calles, algunos de los cuales le cantaban "cumpleaños feliz".
Campanas, banderas y dulces
Las campanas de muchas catedrales de España repicaron al acabar la jura, hubo salvas de cañón, la foto de Leonor engalanó farolas, y en el centro de Madrid se repartieron 20 mil banderas españolas y dulces con la insignia nacional.
"Viví en Inglaterra un tiempo y se parece a aquello, ese fervor con la familia real", evocó Sophie, una estudiante estadounidense de 19 años que lleva unos meses en la capital española.
El año en que Felipe VI hizo su juramento, 1986, España vivía un momento dulce: habían pasado 11 años desde la muerte del dictador Francisco Franco, los socialistas de Felipe González renovaron su mayoría absoluta, el país ingresó en la Unión Europea y se le concedió a Barcelona la organización de los Juegos Olímpicos de 1992.
Treinta y siete años después, la monarquía asoma la cabeza después de vivir sus peores momentos desde la restauración democrática por culpa del fin de reinado de su padre, Juan Carlos I, quien abdicó en 2014 salpicado por los escándalos.
Instalado en Abu Dabi desde 2020, Juan Carlos no estuvo este martes en las Cortes y su presencia se reservó únicamente para la fiesta privada familiar que tendrá lugar en el palacio de El Pardo.
De ascender al trono, Leonor se convertirá en la tercera reina titular -no consorte- de la historia de España, después de Juana I de Castilla, en el siglo XVI, e Isabel II, en el XIX.
"No soy partidaria de la monarquía, pero el hecho de que sea mujer me hace empatizar un poco más con ella", estimó Andrea, una chica de 23 años de Pontevedra (noroeste), que fue a curiosear a la Puerta del Sol.
Ausencias y abucheos
Quienes no acudieron a la sesión de las Cortes fueron los diputados independentistas y nacionalistas catalanes, gallegos y vascos, quienes hicieron público un manifiesto afirmando que "ni reconocen ni amparan el régimen monárquico español".
Tampoco acudieron tres ministros de la izquierda radical.
Muchos de quienes se congregaron en la Puerta del Sol no dejaron pasar la ocasión de abuchear, con gritos de "traidor", al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, quien se halla inmerso en negociaciones con los independentistas catalanes para formar gobierno.
Tampoco fueron del agrado de unos cuantos las breves frases en catalán, gallego o vasco del discurso de la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, antes de tomar juramento a Leonor.
Con esta ceremonia, la princesa franquea un hito en su vida institucional. Tras cursar estudios de bachillerato en el Reino Unido, está inmersa en su formación militar, que durará tres años y en la que recorrerá las academias del Ejército de Tierra, la Fuerza Aérea y la Armada.
AFP