Una madre venezolana venció el Darien y hasta se tuvo que montar en un tren en dos ocasiones, para buscar ayuda profesional médica para su hijo Jermay, de 13 años, quien padece de hidrocefalia congénita.
Es la historia de Milagritos, una mujer venezolana que emprendió la dificil travesía hacia Estados Unidos con la esperanza de poder darle el tratamiento que necesita su hijo menor, quien nació con problemas psicomotores.
De acuerdo con un reportaje que hizo el canal Univisión a la mamá del pequeño, la odisea comenzó cuando ella tuvo que abandonar Venezuela porque no podía brindarle los cuidados médicos que requería su hijo.
"Nunca me pudieron ayudar con él. No le podía hacer las terapias físicas", contó Milagritos.
Durante su paso por México, moradores le regalaron una silla rodante, lo que hizo más cómodo el trayecto y, sin pensarlo dos veces, pasaron el río Bravo para entregarse ante la Patrulla Fronteriza.
Permanecieron bajo custodia solo un día, en Texas, pero a la mañana siguiente, la mujer y su hijo pudieron reencontrarse con sus familiares en la referidad ciudad de EEUU.
Ahora, el pequeño Jermay requiere una silla de ruedas eléctrica. "Hicimos todo el sacrificio solamente para verlo caminar", señala su mamá ilusionada, quien no pierde la esperanza que en el país norteamericano podrá ayudar a su hijo.
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