El Ejército israelí continuó este jueves 9 de mayo sus ataques sobre la Franja de Gaza, a pesar de la amenaza de Estados Unidos de suspender los envíos de ciertas armas si se produce un asalto contra la ciudad de Rafah, en el sur.
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El destino de esta urbe en la frontera con Egipto, así como de los rehenes tomados por Hamás en su ataque contra Israel, están en el centro de las negociaciones indirectas para una tregua, que se reanudaron en El Cairo.
Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), unas 80 mil personas han huido de Rafah desde el 6 de mayo, cuando Israel ordenó la evacuación de los palestinos que vivían en el este de la ciudad.
"El precio que están pagando estas familias es insoportable", dijo la agencia en un mensaje en la red X, afirmando que "ningún lugar es seguro" en la Franja de Gaza.
En la madrugada del jueves, un equipo de AFP escuchó intensos disparos de artillería en Rafah y el Ejército israelí informó de bombardeos contra "posiciones de Hamás" en el centro del territorio palestino.
Con el objetivo de presionar a Hamás, Israel ha lanzado incursiones en la parte oriental de Rafah y amenaza con ampliar la ofensiva a toda la ciudad que, según la ONU, acoge a 1,4 millones de palestinos, en su mayoría desplazados.
En una entrevista con CNN, el presidente estadounidense, Joe Biden, amenazó con suspender el envío de proyectiles de artillería y otras armas a Israel "si entran en Rafah".
El embajador israelí en la ONU, Gilad Erdan, respondió a la radio pública de su país que era "una declaración difícil y muy decepcionante de parte de un presidente al que hemos estado agradecidos desde el comienzo de la guerra".
En la víspera, un alto responsable estadounidense confirmó bajo anonimato que ya habían suspendido un envío de bombas pesadas usadas por Israel contra ciudades gazatíes en esta guerra.
"Han muerto civiles en Gaza como consecuencia de estas bombas" y eso "está mal", dijo Biden.
Disparos constantes en Rafah
El Ejército israelí asegura preparar una ofensiva "limitada" en Rafah que, según su inteligencia, es el último bastión de Hamás.
Sus tropas ya han desplegado tanques en la zona y tomaron el control del paso fronterizo con Egipto, por donde hasta ahora entraba la mayoría de los convoyes humanitarios para el enclave palestino.
También cerraron durante tres días el paso fronterizo israelí de Kerem Shalom, cerca de Rafah, atacado por disparos de cohetes poco después de su reapertura el miércoles, dijo el Ejército.
Los soldados continuaron el miércoles sus "incursiones selectivas en el lado gazatí del paso fronterizo de Rafah, en la parte oriental" de la ciudad, afirmaron las Fuerzas Armadas.
Noticia al Día / AFP