El islamólogo suizo Tariq Ramadan comparece desde este lunes ante un tribunal penal de Ginebra por "violación y coacción sexual", unas acusaciones que él niega, declarándose víctima de una "trampa".
La denunciante, una mujer suiza que afirma estar amenazada y que pidió que sea identificada como "Brigitte" (un nombre ficticio), tenía unos 40 años en el momento de los hechos, hace casi 15 años.
A petición suya, un biombo la separa del acusado durante el juicio, para que no puedan verse.
La mujer asegura que el islamólogo la sometió a unos actos sexuales brutales acompañados de golpes e insultos la noche del 28 de octubre de 2008, en una habitación de hotel de Ginebra adonde él la habría invitado. Pero Ramadan, de 60 años, lo negó tajantemente, declarando ser víctima de una "trampa".
"No soy un depredador, sino víctima de acoso", señaló durante la apertura del juicio, que en principio durará tres días.
El acusado reconoció que se había reunido con ella pero afirmó que no quiso tener relaciones sexuales. Según él, tuvo que apartar a la denunciante porque ésta tenía una actitud "extremadamente atrevida".
Este lunes, dijo estar aquejado de esclerosis múltiple y depresión. "Estoy aquí porque quiero luchar. No voy a dejarme vencer por la mentira y la manipulación", declaró.
Emocionado, afirmó que tuvo un "bajón de ánimo" pero que es "inocente". "Nunca he agredido a nadie", sostuvo.
El intelectual suizo, una figura carismática y polémica del islam europeo, podría ser condenado a entre dos y diez años de cárcel. El veredicto, que podrá ser recurrido, se anunciará el 24 de mayo.
Según explicó "Brigitte", antes de reunirse en el hotel, ambos se habían intercambiado mensajes de carácter íntimo en 2008, tras haberse visto en un par de ocasiones durante una firma de libros y una conferencia.
La mujer asegura que Ramadan la sometió a actos sexuales con violencia durante horas y que la forzó hasta casi asfixiarla.
En Francia, Ramadan es sospechoso de violaciones supuestamente cometidas entre 2009 y 2016 a cuatro mujeres y se encuentra actualmente en libertad condicional.
La Fiscalía de París solicitó en julio que sea juzgado por lo penal, pero los jueces de instrucción, encargados de ordenar un eventual proceso, todavía no se pronunciaron al respecto.
AFP
