La ceremonia, que tendrá una duración prevista de dos horas, se dividirá en cinco etapas:
1. El reconocimiento
Carlos III será presentado al pueblo, una tradición histórica que se llevará a cabo junto a la silla del rey Eduardo, de 700 años de antigüedad, y que ha tenido que ser restaurada para convertirse en una de las protagonistas de la entronización. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dará el primer discurso, al que seguirán el de la dama de Jarretera y la dama del Cardo -órdenes de caballería de Inglaterra y Escocia-. A continuación, los congregados gritarán God save the King (Dios salve al rey, en español).
2. El juramento
En esta etapa, el arzobispo de Canterbury reconocerá las múltiples religiones existentes en el Reino Unido y pedirá al Rey que confirme que respetará la ley de la Iglesia de Inglaterra durante su reinado. Además, tendrá que declararse como un protestante fiel.
3. La unción
Es el momento más sagrado de la coronación. Carlos III se quitará la túnica ceremonial y se sentará en la silla de San Eduardo para ser ungido. El arzobispo de Canterbury untará un aceite sobre el monarca en forma de cruz en la cabeza, el pecho y las manos. Es un óleo especial, ya que ha sido producido usando olivas del Monte de los Olivos en Jerusalén y consagrado en una ceremonia especial. Para este momento, se dispondrá una pantalla alrededor de la silla para ocultar el proceso y evitar que el público sea partícipe del momento, como ya ocurrió en la coronación de Isabel II en 1953, la primera televisada y donde tampoco se pudo ver este momento.
4. La investidura
Será el único momento en el que el Rey porte la corona de San Eduardo, convirtiéndose en el séptimo monarca de la historia en utilizarla. Se le presentarán objetos enjoyados claves en el proceso, como el orbe del soberano, el anillo de coronación, el cetro del soberano con cruz y el cetro del soberano con paloma. Después que el arzobispo le haya colocado la corona, las campanas de la abadía sonarán durante dos minutos, así como las trompetas, y se dispararán salvas en todo el Reino Unido.
5. La entronización
En la parte final de la ceremonia, el Rey ascenderá al trono. Según rige la tradición, miembros de la realeza tendrían que rendir homenaje arrodillándose ante Carlos III, jurando lealtad y besando su mano derecha. En esta ocasión, el príncipe Guillermo -hijo mayor del monarca y siguiente en la línea de sucesión- será el único que se arrodillará.
Por su parte, la reina Camila también tendrá su propia ceremonia, aunque más sencilla y sin prestar juramento. Será coronada con la corona de la reina María de Teck, realizada para la entronización de la reina junto con Jorge V en junio de 1911. Aunque las reinas suelen encargar coronas nuevas para su gran día, Camila se ha decantado por una opción “más sostenible”, tal y como anunció palacio, y solamente rediseñará algunos elementos decorativos de la joya, añadiéndole grandes diamantes, que eran los favoritos de la reina Isabel.
Para terminar la ceremonia, los reyes descenderán de sus tronos y entrarán a la capilla de San Eduardo -situada detrás del altar mayor-, donde Carlos III se quitará la corona de San Eduardo para ponerse la llamada corona del Estado Imperial, que lucirá durante todo el desfile de regreso a Buckingham y con la que saludará a los ciudadanos desde el balcón. Esta es la joya que se suele utilizar para las ceremonias de apertura del Parlamento y fue creada para la coronación de la reina Victoria, en junio de 1838.
Dos horas después de iniciarse la coronación, los reyes abandonarán la Abadía de Westminster para regresar al palacio en la llamada procesión de coronación. Esta vez lo harán en el Carruaje de Estado Dorado, protagonista secundario de la celebración, pese a ser el más antiguo y valioso.
Noticia al Día con información de El País