-Nuevo golpe para los derechos reproductivos en Estados Unidos. Los legisladores del Estado de Florida, de mayoría republicana, han aprobado este jueves por setenta votos contra cuarenta un proyecto de ley que prohíbe el aborto después de las seis semanas de gestación, un plazo en el que es posible que una mujer ni siquiera sepa aún que está embarazada. La medida cuenta con el apoyo del gobernador Ron DeSantis, potencial candidato republicano a la presidencia del país y del que se espera que la firme para convertirla en ley.
Hasta ahora, las leyes de Florida permiten el aborto hasta las quince semanas de embarazo. La propuesta de ley solo mantendría esa posibilidad en casos de violación, incesto o tráfico de personas, siempre y cuando la mujer contara con la documentación necesaria para demostrarlo, como una denuncia policial o una orden judicial de alejamiento. Si peligrara la salud de la madre, dos médicos tendrían que certificarlo.
Además, la medida también prohíbe el suministro telemático o por correo de medicación abortiva. Este tipo de píldoras solo podrán recetarse y administrarse en persona.
La medida fortalece la posición de DeSantis de cara a las primarias en las que el Partido Republicano designará a su candidato para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. El favorito actual, con mucha distancia, es el exinquilino de la Casa Blanca Donald Trump, al que las encuestas otorgan una ventaja de más de treinta puntos sobre el gobernador de Florida. DeSantis, que hace gala de sus credenciales conservadoras, es el segundo en las preferencias de los militantes del partido, cada vez más escorados hacia la derecha.
Los demócratas y los defensores del derecho al aborto critican la ley por excesivamente restrictiva: consideran que, dado el escaso plazo para interrumpir un embarazo no deseado, en la práctica equivale a una prohibición casi absoluta. “Seamos claros. Esta ley denegaría a las mujeres en Florida acceso a cuidados básicos de salud”, ha tuiteado la vicepresidenta Kamala Harris.
El proyecto de ley se une a toda una serie de medidas similares aprobadas en distintos estados, sobre todo en el sur del país, después de que el Tribunal Supremo anulara el año pasado Roe contra Wade, el precedente judicial que desde 1973 permitió que el gobierno federal garantizara el derecho al aborto en todo el territorio nacional. La decisión del Supremo adjudicó a cada estado la potestad de decidir si autoriza o no el derecho dentro de su territorio.
Hasta el momento, estados como Alabama, Luisiana, Texas o Misisipi han prohibido el aborto en cualquier etapa de la gestación. Georgia solo lo permite antes de que se pueda detectar el latido fetal, en torno a las seis semanas de embarazo.
Pero mientras las restricciones al aborto son populares entre una gran parte de las bases conservadoras, la mayoría de la población estadounidense apoya mantener ese derecho, según las encuestas. Defenderlo fue uno de los pilares de la campaña demócrata en las elecciones de medio mandato del pasado noviembre, en las que ese partido logró unos resultados mejores de lo esperado. Y se prevé que en 2024 vuelva a desempeñar un papel central.
En estados tan diferentes como Kentucky, en el conservador “cinturón bíblico”, el Michigan lejos del esplendor que le trajeron los años dorados de la industria automovilística, los republicanos han sufrido importantes derrotas en batallas electorales en las que el aborto ha sido uno de los asuntos principales. El último de ellos, en Wisconsin, donde el tribunal supremo cuenta con mayoría demócrata desde hace una semana, después de que la juez Janet Protasiewicz ganara la consulta popular frente a su adversario Daniel Kelly tras una campaña en la que la magistrada alertaba del riesgo de una prohibición absoluta del ese derecho en el estado.
La propuesta de ley en Florida se ha aprobado en el mismo día en que el Gobierno estadounidense ha anunciado que apelará al Tribunal Supremo después de que un juez de Texas cancelara el viernes pasado la autorización de la mifepristona, uno de los medicamentos más utilizados en los abortos médicos, y un tribunal de apelaciones solo volviera a permitir el acceso con restricciones.
Con información de El País