Al menos tres venezolanos, enviados por el gobierno de Estados Unidos a la base naval de Guantánamo, en Cuba, fueron detenidos tras presentarse a una cita ante las autoridades migratorias en la frontera sur, que consiguieron en la aplicación CBP ONE.
La agencia EFE reseñó que los familiares de estos migrantes defienden la inocencia de sus seres queridos y denuncian que no se han podido comunicar con ellos desde hace ya varios días.
EFE no encontró antecedentes penales para ellos, además de cargos por entrada irregular al país.
Todos tenían tatuajes y mencionaron a sus familiares que los agentes de migración los estaban acusando de ser miembros del Tren de Aragua por los diseños que tenían en la piel.
El reportaje también hace mención del caso de José Daniel Simancas, de 30 años y constructor de profesión, que pasó a detención tras cruzar hacia Estados Unidos de manera irregular y entregarse a agentes de la Patrulla Fronteriza.
Jesika Palma, hermana del venezolano, contó a EFE que José Daniel decidió emigrar hacia Estados Unidos para poderle dar apoyo económico a sus hijos. «Estamos desesperados de no saber de mi hermano, la angustia de saber que te lo están tratando como un terrorista, que no sabes qué le están haciendo», relató la joven.
Simancas se entregó a la Patrulla Fronteriza en mayo de 2024, después de haber cruzado la frontera de manera irregular, relató su hermana. Desde eso, ha estado detenido por las autoridades migratorias.
Palma entregó a EFE documentos que prueban que no tiene antecedentes penales en Venezuela ni Ecuador, donde vivió por cinco años después de emigrar por primera vez. «Su único delito», aseguró Palma, «fue emigrar a tierras lejas; es injusto, el único delito que tiene él fue irse».
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Noticia al Día con información de EFE