El Domingo de Resurrección o Pascua es una fecha importante para el catolicismo, porque es el momento de la resucitación de Jesucristo, luego de tres días de haber sido crucificado. Por el regreso a la vida de Jesús, en cumplimiento del mandato divino de Dios, como prueba de que era el salvador de la humanidad, se organizan liturgias y procesiones.
En Venezuela, además de los encuentros religiosos se realiza una tradición que tiene por nombre la Quema de Judas, que es un acto simbólico de justicia por la traición del Iscariote, quien se vendió por 30 monedas de plata para conducir a los esbirros enviados por el sumo sacerdote al jardín de Getsemaní, donde se encontraba el líder místico.
La costumbre, que desde entonces tiene lugar el Domingo de Resurrección, simboliza el rechazo a la traición y el mal, representados en la figura de Judas.
Es una de las actividades de connotación cultural y religiosa más representativas de la Semana Santa venezolana. Su origen se encuentra en España y se difunde con distintas modalidades en muchos lugares del mundo.
Fue traída por los españoles a toda América Latina desde los primeros siglos de la colonización europea. La Quema de Judas, para algunos investigadores, sería un ritual folclórico inspirado en las persecuciones a los judíos que se inició en la Edad Media durante la Inquisición.
Religiosidad popular
El presbítero de la basílica de Chiquinquirá, Neward Andrade, considera que la Quema de Judas es una costumbre que pertenece a la religiosidad popular enraizada en el pueblo, que a través de este gesto se quiere dar muerte al pecado y a todos los males que lo representan.
En Venezuela se elabora un muñeco de cuerpo entero, elaborado con telas, ropas viejas, trajes y otros accesorios, relleno con fuegos artificiales, que aportan los participantes del acto. La figura se cuelga, se apedrea o quema, más comúnmente, debido a su traición a Jesús, al entregarlo a los sacerdotes por unas monedas.
En la mayoría de las ocasiones se le cuelga del cuello, emulando cómo este personaje decidió quitarse la vida tras su traición. La ceremonia tiene el significado de la eliminación del mal.
