Todas las miradas estuvieron puestas sobre Meghan Markle en su reaparición en Los Ángeles, Estados Unidos.
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La duquesa de Sussex, en las últimas semanas y debido a sus ausencias en las apariciones públicas del príncipe Harry, no ha dejado de desatar habladurías.
Agendas por separado que han provocado, también, nuevos rumores de crisis sobre la pareja. La royal, sin embargo, no dudó en asistir ayer a la Gala 2024 del Hospital Infantil de Los Ángeles. Un evento benéfico del que, por supuesto, se erigió como la absoluta protagonista.
Estos días atrás, hemos podido ver cómo el duque de Sussex ha estado cumpliendo con su agenda de compromisos en solitario, por lugares como Nueva York, Londres o el país africano Lesoto. Y parece que los proyectos en paralelo aún no han terminado. Anoche, Markle sorprendió en un acto en el que estuvo acompañada de otros rostros hollywoodenses como Demi Lovato, Jamie Lee Curtis o Kaley Cuoco y de su amiga Kelly McKee Zajfen.
Para la ocasión, no dudó en usar su elección de indumentaria como una herramienta estratégica para apoderarse de la atención de presentes y espectadores. En términos de vestimenta, se enfundó en un vestido que ya usó en 2021 para celebrar a los militares en la víspera del Día de los Veteranos de los EE.UU. y el Día del Armisticio en Reino Unido. Hablamos de un diseño en rojo amapola bajo la firma de Carolina Herrera.
Una impactante creación constituida por busto de cuello halter con escote en V pronunciado y sobrefalda plisada desmontable perteneciente a la colección Pre-Fall 2022 de la casa de moda. Si observamos su estilismo, podemos ver una pequeña variación con el que el look que defendió hace años: esta vez, decidió desprenderse de la cola superpuesta. Un elemento que nos permite elevar o rebajar el resultado final en función del encuentro al que acudamos.
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