El que vive en el Zulia, siente y se queja del calor a diario, desde siempre. Sin embargo, los cambios climáticos globales hacen sentir con mayor contundencia las altas temperaturas, que las padecen tanto los humanos como los animalitos.
Así como las personas pueden sentirse colapsadas por un golpe de calor, también puede ocurrir con los perros, gatos, cualquier mascota que tengamos en casa y más aún los que viven en las calles, sin ningún doliente.
En un artículo publicado por el diario El País, de España, nos indican algunas señales de alerta que podemos observar en un animal afectado por el calor: respiración agitada, orejas calientes, encías o boca más roja de lo normal.
Para no llegar a este punto es necesario que los animales permanezcan en sitios ventilados; si están en áreas externas, es preciso que cuenten con sombra y agua fresca, la cual debe ser cambiada continuamente.
Por encima de todo, no dejarlos encerrados en el carro, en habitaciones calurosas o sacarlos de paseo cuando el sol está en su punto más alto.
Qué ocurre en el organismo de un animal cuando hay calor excesivo
Si el animal resulta afectado por el exceso de calor, entonces corresponde hidratarlo, refrescarle con agua templada, colocarlo frente a un ventilador o protegerlo en el lugar menos caluroso posible. La atención veterinaria es imprescindible en casos más graves.
"Las altas temperaturas pueden provocar golpes de calor que ponen en riesgo la salud y la vida de los perros y los gatos, por lo que evitarlos y reconocerlos a tiempo puede salvar la vida del animal. La subida brusca de la temperatura corporal por encima de los 40 grados provoca un colapso corporal que puede acarrear la muerte de nuestra mascota", explica el referido trabajo periodístico de El País.
Agregan que "la escasa capacidad de canes y felinos para eliminar y regular el calor corporal, debido a que cuentan con pocas glándulas sudoríparas, es la razón por la que tienen riesgo de sufrir golpes de calor".
En este punto, la nota cita a la médica veterinaria de Barcelona Marta Seguí, quien señala que "los mecanismos para bajar la temperatura y perder el exceso de calor en perros y gatos no son suficientes y se puede desencadenar un fallo generalizado de todos los órganos del cuerpo hasta llegar a provocar la muerte del animal”.
Las mascotas de mucho pelaje, obviamente llevan más desventajas cuando el calor se vuelve insoportable. También los cachorros o los animalitos muy ancianos.
Detectar un golpe de calor puede salvar la vida de un animal: aprende a reconocer los síntomas
Los expertos señalan que el riesgo de enfermedad o muerte por un golpe de calor disminuye si los síntomas se detectan y atienden con tiempo.
Estas son las señales más frecuentes:
-Jadea con la boca abierta o con respiración agitada durante más tiempo del habitual.
-Sus orejas estén muy calientes; sus encías y boca más rojas y en la zona blanca de los ojos se vean abundantes vasos sanguíneos.
-Si el animal está inquieto, quiere beber gran cantidad de agua y permanece inmóvil y recostado de lado, además de tener taquicardia o el pulso muy acelerado.
-En situaciones más graves, se produce la postura denominada ortopnea, que se caracteriza por hacer movimientos extraños para respirar, como estirar la cabeza y el cuello con sus patas.
-Cuando el animal sufre el golpe de calor pierde la conciencia, tiene la mirada perdida y está postrado e inmóvil. En esta fase se puede producir un fallo multiorgánico y la muerte.
Ante la sospecha de que nuestra mascota tiene una subida drástica de temperatura que puede derivar en un golpe de calor, el experto veterinario Christian Martí advierte que los primeros minutos son esenciales para evitar graves consecuencias.
"Conviene intentar enfriar al animal con agua que no esté excesivamente fría y con un ventilador”.
Los golpes de calor son una urgencia veterinaria y hay que acudir a una clínica cuanto antes.
Con información de El País (España)
