Hay sobradas razones para considerar cierta la influencia de los astros, el cielo, el cosmos sobre los seres vivos, con el planeta tierra. Desde la gravedad, la atracción, hasta el movimiento lentísimo y silencioso de las plantas en busca de la luz del sol son prueba de ello, ahora bien, los lectores de los signos del zodiaco creo que exageran en sus habilidades. Los astrólogos del pasado, esos magos consultados por los reyes y faraónes sabía de cálculos, podía predecir eclipses y otros eventos fantásticos en el cielo, ahora, cuando se trata de determinar cómo "x" o "z" estrella pueda determinar nuestras vidas, nuestro futuro vienen las dudas.
Siempre cuento que, en un tiempo, fui lector del horóscopo de Adianna Aziz cuando lo publicaba en una revista dominical. Una vez leí "alguien llegará a su puerte cobrando un dinero", dicho y hecho, al salir me tope en la puerta con un joven entregándome el recibo de la luz.
También tuve una experiencia leyendo el libro "El secreto", había cocinado pescado frito y, al servirme, noté que me faltaban limones, automático en el patrio cayeron dos limones, más tarde descubrí que habían sido dos flay en un juego de pelotica que unos muchachos diusfrutaban a dos cuadras, pero, con limones.
En esto de las dudas sobre la manera como los signos puedan obrar sobre nuestro destino, tenemos que, por ejemplo, este 15 de junio celebrarían cumpleaños: Pastor López, venezolano, cantante, rey de la música alegre y rocolera, extrovertido, amante de los anillos, los colores chillones y Demis Roussos, griego, gordo, nacido en Egipto dos años después (1946), amante de las túnicas, de una voz aguda, sus canciones son como plegarias. Como ven dos personas con el mismo signo astral distanciados enormemente en su manera de ser y actuar, salvo el detalle de que a Demis Roussos también le gustaban los anillos grandotes en todos los dedos.
Josué Carrillo