En una playa de Carolina del Sur, Estados Unidos, una pareja contrajo matrimonio al lado de sus familiares y amigos; sin embargo, el día más feliz en la vida de los recién casados se convirtió en el más triste solo horas después de la celebración de sus nupcias.
Aric Hutchinson y Samantha Miller eligieron el mar como testigo de su unión, por lo que salieron de la playa a bordo de un carrito de golf. Minutos después, el pequeño vehículo fue arrollado por un auto que transitaba a excesiva velocidad. Como resultado del accidente, la novia murió y el novio quedó gravemente herido.
Samantha Miller tenía 34 años y era originaria de Charlotte (Carolina del Norte), perdió la vida inmediatamente en el choque la noche del viernes, tan solo unas horas luego de casarse, indicó Andrew Gilreath, director del departamento local de Seguridad Pública, para el medio The Associated Press.
Por otro lado, Aric Hutchinson fue hospitalizado con heridas graves, que incluyen una lesión cerebral y huesos rotos, contó su madre, Annette Hutchinson, en una publicación en la página de GoFundMe, en la cual busca recaudar dinero para los gastos médicos y servicios fúnebres.
“Me dieron el anillo de bodas de Aric en una bolsa de plástico en el hospital, cinco horas después que Sam lo puso en su dedo y se leyeron sus votos de matrimonio. Aric ha perdido al amor de su vida”, escribió la progenitora en la plataforma.
Identifican a la responsable
Las autoridades identificaron a la mujer que arrolló a los recién casados como Jamie Lee Komoroski, de 25 años. Ella había ingerido sustancias tóxicas antes de subir al auto. Será procesada por homicidio y otros cargos al conducir bajo los efectos del alcohol causando la muerte.
Lee conducía a cien kilómetros por hora y sólo frenó un poco antes de chocar contra el carrito de golf cerca de las 10 de la noche (hora local), de acuerdo con información difundida por los investigadores.
“Las palabras no pueden expresar lo devastados que estamos por su pérdida”, dijo en un comunicado su empleador, XenTegra, una empresa de consultoría de Huntersville, Carolina del Norte.
“Emitía una luz que iluminaba a todas las personas con las que interactuaba. En pocas palabras, Samantha trajo muchísima alegría y risas al lugar de trabajo”, continuó, “siempre recordaremos la sonrisa de Samantha, su risa y su dedicación a su trabajo, amigos y familia”.
