Cuando Eduardo Palomo falleció de manera inesperada, el 6 de noviembre de 2003, tenía 41 años y dos hijos pequeños, Fiona y Luca, producto de su matrimonio con Carina Ricco. El tiempo ha pasado y la primogénita sigue los pasos del actor de manera firme y si bien inició el mundo del espectáculo como modelo, poco a poco se está haciendo de un nombre como actriz.
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El debut de la joven de 25 años fue en 2013 con la serie Gossip girl Acapulco, le siguieron otros programas del mismo género como La negociadora y Control Z.
En 2020, debutó en cine con la película hollywoodense Cagney y Lacey, teniendo su primer acercamiento en Hollywood. Un año después actuó en Tom for her arms. En 2022, fue su lanzamiento en el séptimo arte mexicano en plan estelar con la cinta ¡Qué desPadre!. Este año estrenó los filmes Nada que ver y Camino a Belén.
Ahora, la actriz se suma al elenco de la serie estadounidense Outer banks, en la cual unos muchachos, incluida ella, buscan un tesoro en la playa. "La serie es como de misterio y aventura, con un tesoro en un lugar de Carolina del Norte; es divertida. Mi personaje es mexicano y eso está padre", explicó Fiona al diario mexicano El Universal. "Hice casting y de pronto me dijeron que me quedaba y ahí estoy".
En dicho programa comparte créditos con Chasen Stokes, Madelyn Cline, Madison Bailey y Rudy Pankow, entre otros.
Además, está promocionando otra película en México, El rommie, que protagoniza junto a José Eduardo Derbez. Así que Fiona Palomo sigue por el camino del éxito.
"Lo que ha sido bonito es ir forjando un camino sin que muchos sepan quiénes son mis papás", confesó. "A veces, a mitad de un rodaje, alguien llega y dice: ‘Ya sé quién eres, te conocí chiquitita’. Es bonito ir ganando peso propio".
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