La respuesta es bastante sencilla si entendemos un poco cómo funciona el clima en la Tierra y las diferencias fundamentales entre nuestro planeta y la Luna.
La Luna no tiene las condiciones necesarias para que llueva:
- Atmósfera: La Tierra tiene una atmósfera densa y rica en gases como el nitrógeno y el oxígeno, que permiten la formación de nubes y precipitaciones. La Luna, por el contrario, prácticamente carece de atmósfera. Esto significa que no hay gases que puedan contener vapor de agua y formar nubes.
- Ciclo del agua: En la Tierra, el agua se evapora de los océanos, forma nubes y luego cae en forma de lluvia o nieve. Este ciclo hidrológico es esencial para la vida y no puede ocurrir en la Luna debido a la falta de agua líquida y atmósfera.
- Temperatura: Las temperaturas en la Luna son extremas, con días extremadamente calientes y noches increíblemente frías. Estas condiciones no son propicias para la existencia de agua en estado líquido, que es esencial para la formación de nubes y precipitaciones.
En resumen:
La ausencia de una atmósfera densa, la falta de agua líquida y las temperaturas extremas hacen que la lluvia sea un fenómeno completamente imposible en la Luna.
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