Después de 16 días de espectacular competición, la llama olímpica "se apagó" en una ceremonia llena de luz y color que contó con la aparición estelar del protagonista de ‘Misión Imposible’, Tom Cruise. Su actuación fue de película.
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Los próximos juegos tienen una cita olímpica con Los Ángeles, que acogerá las olimpiadas por tercera vez en su historia. Para llevar la bandera olímpica hasta allí, los estadounidenses eligieron a una de sus grandes estrellas, un Tom Cruise que dejó uno de los grandes momentos de la ceremonia de clausura.
La estrella del cine entró en el Estadio de Francia saltando desde lo más alto del estadio, intentando abrir sin éxito su paracaídas. Allí, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, le ha hecho entrega de la bandera olímpica. En un vídeo posterior, Cruise hace entrega de la bandera al legendario Michael Johnson.
Un final épico —que contó con la participación de más de cien artistas, acróbatas, bailarines y cantantes — para estos 16 días en los que los deportistas de 17 países se han dejado la piel y han hecho un esfuerzo cargado de emociones, alegrías y tristezas, para conseguir las medallas en sus diferentes disciplinas y donde por primera vez en la historia de los JJ. OO., se estrenó el Break dance como deporte olímpico.
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