Este miércoles llegó a territorio francés, específicamente en el puerto de Marsella, la llama olímpica que abre la antesala de Juegos Olímpicos de París 2024.
Bajo la presencia de más de 150.000 personas, y en una ceremonia en la que estuvo el presidente Enmanuel Macron, el país recibió la llama del evento deportivo más importante del mundo que en este año se celebrará en la capital francesa.
El fuego olímpico que viajó velero Belem, que había recogido 12 días antes en el Pireo, paseó sus tres mástiles por las costas marsellesas antes de entrar en medio de la ovación generalizada en el Viejo Puerto de la segunda ciudad del país.
A bordo del velero, estuvo el campeón olímpico de natación de Francia Florent Manaudou, quien pasó el fuego olímpico que había viajado en un candil hasta una de las antorchas por las que hará el recorrido hasta París.
El barco donde viajó el fuego olímpico es el segundo mayor velero de Francia, se aproximó a la caída del sol al puerto y fue recibido por la Patrulla de Francia, una formación de cazas que dibujó con humo los aros olímpicos en el cielo de la ciudad, que durante los Juegos acogerá las pruebas de vela.
Un espectáculo pirotécnico acompañó los últimos metros del barco en el puerto, mientras la orquesta filarmónica de la ciudad tocaba las notas de la sintonía que acompañará a las pruebas olímpicas durante los Juegos y sonaba La Marsellesa cantada por el tenor Naestro.
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