Los veinticuatro jugadores de la selección de Francia estuvieron presentes el sábado en el último entrenamiento antes de la final del Mundial contra Argentina, con el regreso de Raphael Varane, Ibrahima Konaté y Kingsley Coman, enfermos y ausentes el día anterior.
Los vigentes campeones del mundo se presentaron al completo durante el primer cuarto de hora abierto a los medios de comunicación, el sábado en Doha. Theo Hernández (rodilla) y Aurelien Tchouameni (cadera), apartados el viernes debido a contusiones, según la Federación Francesa de Fútbol (FFF), también regresaron.
Varios jugadores de la selección francesa se vieron afectados por un virus en los últimos días. Dayot Upamecano, Adrien Rabiot y Coman fueron los primeros con síntomas, lo que les impidió participar en la semifinal el miércoles contra Marruecos (2-0).
Después tomaron la enfermedad Varane y Konaté, la dupla titular en la defensa contra los Leones del Atlas. Se perdieron el entrenamiento del viernes, estando "apartados" por precaución.
"Nos aseguramos de tomar el máximo de precaución, de adaptarnos, de hacerlo sin caer en excesos ni de un lado ni de otro", comentó el entrenador Didier Deschamps en rueda de prensa, haciendo mención a "diferentes situaciones que no son similares" según los jugadores.
Precauciones sanitarias fueron tomadas en el hotel de los Bleus, con gel hidroalcohólico, gestos barrera y aislamiento de jugadores contaminados. Pero los test para detectar el covid-19 ya no son impuestos por la Fifa, organizadora del torneo.
"Nunca estamos preparados para ese tipo de cosas, pero intentamos prepararnos de la mejor manera", aseguró por su parte el capitán, Hugo Lloris, ante la prensa. "Son riesgos. Pero eso no nos quita nada de la concentración, de la emoción que podemos tener en la víspera de una final de Copa del Mundo".
Francia, vigente campeona del título, se enfrenta a Argentina en el estadio Lusail el domingo.
AFP
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