Novak Djokovic y Nick Kyrgios debutaron con victoria en el cuadro de dobles del torneo de Brisbane tras derrotar al austríaco Alexander Erler y al alemán Andreas Mies por 6-4, 6-7(4) y 10-8).
Pese a que ambos llegaban a la cita sin ritmo de competición (dos meses y medio sin jugar en el caso del serbio y más de un año el australiano), su nivel fue más que aceptable, con un tenis muy sólido y espectacular que hizo las delicias del público que abarrotaba la Pat Rafter Arena.
Un break les fue suficiente para cerrar un buen primer set que dio paso a un segundo más igualado. En esta ocasión ninguna de las dos parejas fue capaz de romper el saque de sus rivales y el parcial se decidió en un tiebreak que se resolvió a favor de la pareja centroeuropea por 7-4.
Todo se iba a decidir en el supertiebreak, y allí la mediática pareja impuso su ley para cerrar el set y el partido con un ajustado 10-8.
"Quiero darle las gracias a Nick por jugar conmigo. El otro día dijo que sería un placer jugar con él. Y lo es. Es un placer. Me alegro de compartir la cancha con él en su regreso. No he jugado muchos partidos de dobles en los últimos 5 años. Lo que sea que Nick dijera, en realidad lo estaba siguiendo” dijo Djokovic a pie de pista tras el partido.
"Me sorprendió que dudara de sí mismo en algunos momentos. Yo pensaba: ‘Eres el mejor de todos los tiempos. Ve a por ello. Haz lo que quieras. Miré a todos los fans… Esta lesión ha sido brutal para mí, así que no daba nada por sentado. No sé cuántos veranos australianos me quedan. Prometimos que haríamos esto una vez antes de que él o yo nos vayamos. Así que me alegro de que todavía estemos vivos” dijo Kyrgios.
Gran inicio para Djokovic y Kyrgios, que se medirán el miércoles en octavos de final a los máximos favoritos del torneo, el croata Nikola Mektic y le neozelandés Michael Venus.
Mundo Deportivo