El FC Barcelona vuelve a ocupar el trono en España. El conjunto azulgrana derrotó categóricamente 4-2 al Espanyol en el derby de Cataluña, para conseguir su vigesimoséptimo título de la Liga Santander este domingo, el primer campeonato en cuatro años.
Con un doblete de Robert Lewandowski, quien sigue liderando la carrera por el "Pichichi" con 21 dianas, y goles de Alejandro Baldé y Joules Koundé el Barça sentenció el triunfo. Por su parte, sobre el final Javi Puado y Joselu descontaron para un desdibujado Espanyol.
De esta manera, el conjunto catalán logró el título de liga tras completar una grandiosa temporada en España, tras proclamarse campeón absoluto a falta de cuatro fechas para finalizar el torneo, con 14 puntos de ventaja sobre su máximo rival, el Real Madrid.
Este título significó el primero desde la temporada 2018/2019, cuando el Barcelona conquistó la Liga Española de la mano de Lionel Messi, lo que fue el último título liguero del astro argentino, quien sigue en la órbita del club catalán para concretar su posible regreso.
De igual manera, esta conquista de la Liga Santander también representó la última para Sergio Busquets, quien recientemente anunció su salida del Barça, por lo que el mediocampista, una leyenda del fútbol español, se irá del club por todo lo alto.
Con esta liga y junto con la Supercopa de España, la cual ganó tras vencer 3-1 al Real Madrid, el Barcelona suma dos trofeos conquistados en esta temporada, la primera completa de Xavi Hernández, lo que consolida este nuevo proyecto del club azulgrana.
Escándalo en Cornellá
El Barça consiguió el título 27 de su historia tras golear su rival de ciudad, el Espanyol. Por lo que tras la conquista en su visita al RCDE Stadium de Cornellá, que además dejó al club periquito al borde del descenso, los aficionados locales no dejaron su mejor impresión.
Mientras los jugadores del Barcelona celebraban la victoria, un grupo de violentos ultras del Espanyol invadieron el campo con la intención de agredir a los jugadores del Barça, quienes tuvieron que salir corriendo a los vestuarios para evitar cualquier confrontación.
Este bochornoso acto por parte de la afición del Espanyol dejó uno de los momentos más lamentables en la historia del fútbol español. Para el conjunto periquito puede ser perjudicial, puesto que se arriesga a ser sancionado con el cierre de su estadio, según indica ESPN.