El mundo de la cosmética lloró la muerte de uno de sus grandes nombres, Estée Lauder, fundadora del imperio cosmético que lleva su nombre, falleció el 24 de abril de 2004 en su casa del neoyorquino barrio de Manhattan, a los 97 años de edad, debido a una insuficiencia cardiorrespiratoria, según informó su hijo Leonard.
Estée Lauder, cuyo verdadero nombre era Josephine Esther Mentzer, nació en Corona, en Queens, el 1 de julio de 1908. Siempre le apasionó el mundo de la belleza y, poco a poco, fue levantando un gigante empresarial valorado en unos dos mil millones de dólares cuando salió a Bolsa en 1995 y cuyos productos son vendidos en más de 130 países de los cinco continentes.
Fue su tío John Scholtz, farmacéutico y dermatólogo húngaro, quien despertó su interés por la cosmética allá por los años 20. Se encontraba en Nueva York de vacaciones cuando estalló la I Guerra Mundial, lo que lo obligó a prolongar su estancia y, finalmente, instalarse definitivamente en Nueva York. Abrió una pequeña farmacia y enseñó a su sobrina Estée todo cuanto sabía sobre la piel. Fascinada por los experimentos de su tío, Estée Lauder descubrió su verdadera vocación.
Años más tarde, Estée se casó con Joseph Lauder, con quien tuvo dos hijos, Leonard y Ronald. Determinada a dedicarse al cuidado de la piel de las mujeres, Estée Lauder empezó su negocio fabricando cremas en su propia cocina para luego venderlas en una peluquería de barrio, donde demostraba los productos mientras las señoras se secaban el pelo debajo del casco.
Al percatarse del entusiasmo y de las aptitudes de esta joven emprendedora, la dueña de la peluquería propuso a Estée Lauder la concesión de un pequeño instituto de belleza dentro del establecimiento, lo cual aceptó. Decidió bautizar con su propio nombre los tres productos que fabricaba por aquel entonces: un aceite desmaquillante, una mascarilla purificante de arcilla y una crema hidratante.
Comenzó a popularizar una máxima que siempre tuvo presente: "Es mi apellido el que está en cada producto, así que tiene que ser perfecto". Al poco tiempo, otra peluquería requirió sus servicios y, para poder atender a ambos establecimientos, formó un pequeño equipo de ventas.
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Noticia al Día / Con información de Hola.com
