Desde mi corazón, anclado al escenario del Teatro Bellas Artes, oro por vos. Oro por todos. Oro en silencio. Oro cantando. La versión de la ópera rock, Jesucristo Súperestrella, que estrenó, la noche de viernes 15, la Academia Barikai, bajo la dirección general de Carlos de Oliveira, es un invalorable testimonio de fe y oración. Un canto profundo cuya misa en escena permite al espectador también elevarse con estos poderosos cánticos que escribiera Tim Rice y musicalizara Andrew Lloyd Webber, en 1971.
53 años después de su estreno, la humanidad continúa orando, clamando, esta vez desde la portentosa voz del joven artista Enzo Pradelli, un músico que canta y ora y quien hoy sábado 16, en el día de su cumpleaños, volverá a conmover a quienes escuchen sus prodigios de cantos hechos oraciones sensibles. Ha sido el hijo del maestro cineasta y enpresario, Augusto Pradelli (enmudecido de amor, al término de la oración de estreno, esa noche de viernes en Bellas Artes), quien oró como magnífico director musical y brilló como Jesús. Todavía quedan pendientes sendas funciones, hoy sábado y mañana domingo,).
Esta oración colectiva de medio centenar de talentosos artistas en escena no debe pasar desapercibida por el público de Maracaibo. Cada entrada es una inversión entrañable de amor, devoción y entrega. No hay fisuras estéticas en esta apasionada ópera rock que configura un canto prodigioso de amor por el milagro glorioso de la Cristiandad.
No será en esta entrega donde consagraremos tiempo y espacio para analizar los multiples valores estéticos, técnicos y artísticos, de esta gregaria oración incomparable hecha obra de teatro. Desde las catacumbas del repertorio clásico se nos apareció el gran Lope de Vega para intentar explicarles por qué ningún ciudadano de esta villa de Maracaibo debe perderse Jesucristo Súperestrella: "¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? / ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, / que a mi puerta, cubierto de rocío, / pasas las noches del invierno a oscuras?. Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, / pues no te abrí!, ¡Qué extraño desvarío / si de mi ingratitud de hielo frío / secó las llagas de tus plantas puras!…".
La versión de Barikai comprende una relectura de la obra, en oración consagrada y en sintonía con la plenitud reflexiva de sus autores británicos. Inspirado por la letra de Bob Dylan "¿Tenía Judas Iscariote a Dios de su lado?", de la canción de 1964, With God on Our Side (Con Dios de nuestro lado), Rice se propuso humanizar a Judas. "Era un ser humano. Tenía puntos buenos y malos. Tenía puntos fuertes y débiles". Desde su canto cuestionador e iluminado, ajeno a apostasías o blasfemias, Jesucristo Súperestrella condensa una valiosísima apuesta, "made in Maracaibo", hecha con amor a fuego lento y muy bien orado. Vayan. No se lo pueden perder.
Les hice unas imágenes para que aprecien la majestad de esta oración magistral que también nos hizo recordar a García Lorca y su Crucifixión: "…Un sastre especialista en púrpura / había encerrado a tres santas mujeres / y les enseñaba una calavera por los vidrios de la ventana. / Las tres en el arrabal rodeaban a un camello blanco, / que lloraba porque al alba / tenía que pasar sin remedio por el ojo de una aguja. / ¡Oh cruz! ¡Oh clavos! ¡Oh espina! / ¡Oh espina clavada en el hueso hasta que se oxiden los planetas!…".
Una portentosa oración gregaria en clave de rock espera por todos ustedes, 7:30 de la noche, sábado 16 y domingo 17, en el Teatro Bellas Artes. En próximas entregas oraremos con ellos en una lectura crítica completa de un espectáculo de primer mundo en esta tierra tan necesitada de oraciones y cantos como estos. ¡Salud!
Alexis Blanco