Martes 12 de noviembre de 2024
Cultura

Santiago Mariño y las sombras de Bolívar y Páez (I Parte)

Santiago Mariño Carige nació en el Valle del Espíritu Santo, Margarita, el 25 de julio de 1788. Muy cerca de donde hoy en…

Por A Vargas

Santiago Mariño y las sombras de Bolívar y Páez (I Parte)
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Santiago Mariño Carige nació en el Valle del Espíritu Santo, Margarita, el 25 de julio de 1788. Muy cerca de donde hoy en día está el Santuario de la Virgen del Valle. Sus padres fueron Santiago Mariño de Lobera Acuña (Pontevedra, España, 1755) y Atanasia Carige Ortega (Chaguaramas, Trinidad, 1760). A la sangre gallega de su padre se sumó la de su madre, hija de un irlandés, Gerald Carige Fitzgerald, y una criolla, María Rosa Ortega de la Coba.

Su padre fue comerciante y teniente de Justicia Mayor en el Golfo de Paria, y amasó una fortuna considerable, sumada a la buena posición económica de la familia de su madre. Se casaron en Margarita en fecha imprecisa y se fueron a vivir a Trinidad, donde Mariño de Lobera también tenía intereses importantes. En el año 1800 hallamos al joven Santiago Mariño Carige estudiando en Trinidad en un colegio que había fundado su abuelo materno, según nos informa su biógrafo, Manuel Donís Ríos.

Por otra parte, Héctor García Chuecos en nota biográfica sobre Mariño, afirma que en 1808 fallecieron su padre y su abuelo materno en Trinidad, lo que condujo al hijo a trasladarse a Margarita a atender los bienes heredados en la isla y, también, en tierra firme. Ya es un joven de 20 años, educado en Trinidad, entre profesores de habla inglesa y española, y con intereses personales que defender: “Era para entonces un joven adinerado, que había heredado de su padre una cuantiosa fortuna que ascendía a los 40 mil pesos en bienes raíces” (Donís, 2009: 17). La otra mitad de la fortuna pasó a manos de su única hermana: Concepción Mariño, dueña de una hacienda de algodón en la isla Chacachacare en Trinidad.

En 1810 el Cabildo de Cumaná, después de los hechos caraqueños del 19 de abril, le encargó al joven Mariño una misión ante el gobernador inglés de Trinidad. Luego, regresa y sirve como capitán en la división que comanda el coronel Manuel Villapol. Muy pronto es ascendido a coronel y le asignan la custodia de la costa de Paria, pero ante la capitulación de Francisco de Miranda en julio de 1812, se va a Trinidad en resguardo de su vida.

Luego, convocados por Mariño, 45 jóvenes orientales se reúnen en la isla Chacachacare y redactan la famosa Acta y emprenden la Campaña de Oriente. Invaden por Güiria y alcanzan la primera de una serie de victorias a partir del 13 de enero de 1813. Entre ellos van los hermanos Bermúdez, José Francisco y Bernardo; los hermanos Martínez, Juan y Francisco; Manuel Carlos Piar, Juan José y Manuel Valdés, Francisco Javier Mayz, José Francisco Azuaje, Agustín Armario, entre otros.

El Libertador de Oriente

Francisco Javier Cervériz, el temible realista, embiste contra este grupo oriental en Irapa el 23 de enero y es derrotado por éstos. Luego, Bermúdez y Piar se dirigen a Maturín, mientras Mariño busca sitiar Cumaná. En febrero toman Maturín. En marzo, los realistas Zuazola y Fernández de la Hoz, al frente de mil 500 hombres atacan a los patriotas y éstos vencen, otra vez, encabezados por Piar. El 11 de abril insisten los realistas y son nuevamente derrotados por Piar. Entonces, toma cartas en el asunto Monteverde, quien se desplaza personalmente e intenta tomar la plaza el 19 de abril, pero ahora el propio Mariño lo vuelve a vencer. Insiste otra vez el 25 de mayo y Piar, de nuevo lo vence. La seguidilla de derrotas fue catastrófica para los españoles. A Monteverde no le queda otro camino que huir hacia Barcelona.

En julio de 1813 Santiago Mariño se dirige a Cumaná a darle combate a Eusebio Antoñanzas. Se rinden a sus pies Cariaco, Carúpano y Río Caribe. El 3 de agosto entra triunfante a Cumaná. En Margarita, José Francisco Guevara toma el mando, libera a Juan Bautista Arismendi y se suma una nueva plaza a los patriotas. Hasta allá navega Mariño y un joven cumanés que se ha incorporado a su Ejército: Antonio José de Sucre y Alcalá. El 19 de agosto navegan hacia Barcelona y la toman. La legendaria Campaña de Oriente ha sido un éxito.

El país en los meses finales de 1813 tiene dos libertadores, no uno solo, como cierta historiografía desinforma. El de Oriente y el de Occidente, pero Simón Bolívar ha tomado Caracas, y esa fue una diferencia sustancial. Mariño permaneció en sus predios.

El encuentro con Bolívar

El 17 de enero de 1814 sale Mariño de Aragua de Barcelona al frente de un ejército de tres mil 500 hombres y va a encontrarse con Simón Bolívar, por primera vez en su vida, en las primeras fechas de abril, en La Victoria. Antes, se entera de los aprietos de Bolívar en San Mateo y corre a auxiliarlo, sin saber que Boves ha levantado carpa y se dirige a Villa de Cura, con su ejército maltrecho. Ambos se encuentran en Bocachica, cerca de la quebrada de La Puerta, y Mariño le propina otra derrota a Boves el 31 de marzo de 1814. Afirman los expertos en estos temas que si Mariño hubiese perseguido a Boves lo habría destruido para siempre, pero no lo hizo y el realista alcanzó a llegar a Valencia, no con siete mil hombres sino con dos mil, y dos derrotas a cuestas.

Bolívar se desplaza de San Mateo a La Victoria y tiene lugar el encuentro referido antes, entre Mariño y el caraqueño, el 2 y 3 de abril. Bolívar regresa a Caracas y Mariño se queda en los valles de Aragua. Por su parte, Ceballos y Boves reúnen sus ejércitos en Valencia y deciden seguir hacia Calabozo por la proximidad de Bolívar, quien ha salido de Caracas a buscarlos.

En Arao es atacado el ejército de Mariño y si no es por la intervención de Rafael Urdaneta el desastre para los patriotas hubiera sido total. Mariño entra a Valencia con su ejército maltrecho el 19 de abril de 1814. Allí está hasta el 16 de mayo, cuando ambos (Bolívar y Mariño) salen a buscar batalla con Cajigal y Ceballos, quienes se mueven hacia Tinaquillo. Va a tener lugar la primera Batalla de Carabobo, el 28 de mayo de 1814. Aunque el Ejército realista era numéricamente superior, el patriota contó con cinco mil hombres y derrotó a Cajigal y a Ceballos e hicieron prisioneros a tres mil mil soldados realistas, así como se adueñaron de un buen parque que comprendía caballos, fusiles, víveres y hasta los papeles del archivo de Cajigal. Éste huyó casi solo con Ceballos, y ambos se salvaron.

Afirman los expertos militares que aquí ha debido terminar la guerra, que se ha debido salir al encuentro de Boves de inmediato, pero Bolívar tomó otra decisión y disgregó el Ejército. Urdaneta regresa a occidente, Ribas se va a Caracas y Bolívar ordena que Mariño, con tres mil hombres, espere en Aragua a Boves. Entonces se ignoraba la magnitud del ejército que había reunido el asturiano.

Con malicia, Boves logra llevar a Mariño al sitio de La Puerta, donde antes había derrotado a Juan Vicente Campo Elías. El 14 pernoctan los ejércitos listos para el combate que ocurre al día siguiente. Bolívar y su ejército llegan el 15 de junio de 1814, cuando la batalla ha comenzado. El Libertador se percata de la desventaja en que está Mariño y se propone replegarse, pero Boves advierte su presencia en el campo de batalla y enfila la vanguardia a toda velocidad para que no puedan eludir el embate. Los destroza. Su superioridad numérica era aplastante. Bolívar huye hacia Villa de Cura y Mariño hacia San Sebastián. Boves vence en menos de una hora. Mueren el secretario de Bolívar, Antonio Muñoz Tébar, Pedro Aldao, Manuel García de Sena, y Pedro María Freites. El valiente Diego Jalón es hecho preso y decapitado por órdenes expresas de Boves, después de arrancarle confesiones por tortura, acerca de la magnitud del ejército patriota. La catástrofe es completa.

Boves toma Valencia el 8 de julio, el 10 llegan Cajigal y la Calzada. Mientras, Bolívar y Mariño, quienes están en Caracas y saben de la cercanía de Boves, deciden la llamada Emigración a Oriente, el 6 de julio de 1814. El horizonte no puede ser menos promisorio. Va a iniciarse otra tragedia.

La Emigración a Oriente (6 de julio de 1814)

Ante el avance indetenible de José Tomás Boves, quien ya estaba con sus fuerzas el 29 de junio en Puerto Cabello y se dirigía hacia Caracas, una junta de notables deliberó acerca de qué opciones tomar. Bolívar impuso su criterio: Evacuar la ciudad y huir a Oriente, hacia donde ya había partido el general Mariño y los patriotas conservaban alguna fuerza bélica. El 7 de julio afirma Francisco Javier Yanes que abandonaron la ciudad cerca de 20 mil personas. Unos fueron a La Guaira a buscar embarcarse hacia algún destino, otros hacia el Oriente del país. También, afirma Yanes que perecieron las tres cuartas partes a fuerza de hambre, cansancio, desnudez y sed. El 16 de julio entró Boves a una Caracas desolada.

Entre tanto, las fuerzas patriotas sobrevivientes de una y otra derrota se reunieron en Aragua de Barcelona, junto a los emigrantes a Oriente (incluidos mujeres, ancianos y niños) y, ante el avance de Morales al frente de seis mil hombres, deciden darle batalla. Nueva catástrofe. Bolívar logra reunir a dos mil hombres mal armados, mientras Bermúdez alcanza a armar a otros mil. Bolívar propone un plan que Bermúdez considera que expone a los orientales, mientras los centrales quedan a buen resguardo, y no lo acepta. Bolívar conviene y se adapta. El 18 de agosto tiene lugar la batalla que pierden estrepitosamente los patriotas.

Morales entró en el pueblo y pasó por las armas a toda la población, como ya era costumbre, mientras Bolívar, Bermúdez, Cedeño y Sucre logran escapar de la carnicería. Las cifras de la mortandad oscilan entre tres mil y cuatro mil dados de baja, incluida la población civil, muchos de los caraqueños que habían emigrado a Oriente, a instancias de Bolívar, huyendo de Boves. Un desastre. Los jirones del ejército y los civiles emigrantes logran llegar a Cumaná el 20 de agosto, con Bolívar a la cabeza. Por su parte, Bermúdez (herido de bala en el brazo), Agustín Armario, Antonio José de Sucre y José Tadeo Monagas llegan a Maturín.

De inmediato comienzan a moverse las fuerzas más oscuras, las que buscan un culpable de la derrota. Mariño y Bolívar serán los señalados por los jefes sobrevivientes: Ribas y Piar. La secuencia fue así. Bolívar y Mariño se embarcan en Cumaná el 25 de agosto rumbo a Margarita, con el tesoro de la plata labrada de las iglesias de Caracas, con el que vienen cargando desde que salen de la capital para salvarlo de la tropelía saqueadora realista. Al llegar a Pampatar, Piar impide que bajen del barco, los acusa de traición y desconoce la autoridad de ambos. Regresan a Carúpano.

El 2 de septiembre, en Cariaco, enterado Ribas de los pormenores de la derrota y de los movimientos de los Jefes, es designado Jefe de Occidente, mientras Piar lo es de Oriente, en sustitución de Bolívar y Mariño. Al llegar a Carúpano estos son impuestos de la noticia y se les invita a abandonar el país. Al día siguiente zarpan Bolívar y Mariño para Cartagena y salen de la escena venezolana (en el bergantín Arrogante) hasta cuando regresan de Haití a Margarita, el 3 de mayo de 1816, casi dos años después.

En Haití (1816)

De la Expedición de Los Cayos (Haití) forman parte los generales Mariño, Piar, Gregor MacGregor, Carlos Soublette, José Antonio Anzoátegui, Bartolomé Salom, Ambrosio Plaza, Pedro Briceño Méndez, el general franco-prusiano Ducoudray Holstein, quien provenía del sitio de Cartagena y, por supuesto, el curazoleño animador de la aventura: Luis Brión. Zarpan el 31 de marzo de 1816.

Con información de La Gran Aldea

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