Viernes 07 de febrero de 2025
Cultura

La fascinante historia de la frase "Se te acabó el pan de piquito"

Cuenta el portal Don Refrán que “Se te acabo el pan de piquito” es una frase que se utiliza para…

La fascinante historia de la frase
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Cuenta el portal Don Refrán que “Se te acabo el pan de piquito” es una frase que se utiliza para expresar que se le terminó el juego a otra persona, la facilidad que se le estaba dando.

Pero, en realidad, es un pan que existió y era tan sabroso que la gente se entristecía cuando se le terminaba. En el caso de la política es que se acabó el tiempo de mandato o el fin de una era para una tolda política. Es similar a “Se acabó lo que se daba”.

Historia del piquito

El pan de piquito lo hacia la panaderia de Ramella, cuyos dueños eran los mismos de la Panadería Las Gradillas, y otras cinco grandes panaderías. En la que está ubicada en la esquina de Gradillas se horneó el primer pan de jamón en Caracas. Y entre las otras, también se contaba con la de El Guanábano, famosa por el preciado pan de «piquito» (ya desaparecido).

En Caracas el refrán más popular era: «Se acabó el pan de piquito y el de a locha también»!, cuando algún acontecimiento rompía con la rutina. Montalbán, la competencia de Ramella, era propietario de tres panaderías más, entre ellas la de San Juan, famosa por el «pan isleño», de consistencia dura y exquisito. Los dos panaderos más poderosos de Venezuela identificaban a sus repartidores con una R y una M. El más agresivo era Ramella. Se la pasaban en una eterna competencia. El golpe más duro lo propinó Ramella a Montalbán, cuando publicó las fotografías de la panadería Las Gradillas en El Cojo Ilustrado, donde aparecían los panaderos con gorro y uniformados.

Otro punto de honor para ambos panaderos fue el pan con jamón, hasta que aparecieron los Banchs, que acabaron con ese conflicto haciendo el pan en sus panaderías, la de Altagracia y la de Solís. Para mediados de noviembre colgaban las piernas de jamón de las vigas de la panadería y a comienzos de diciembre se cortaba el jamón en lonjas y cuadritos. Eso resultaba una diversión para los estudiantes, quienes iban a la panadería de Altagracia a cortar el jamón. El bollo de pan con jamón y pasas era gigante y costaba alrededor de 20 bolívares. ¡era lo máximo!, casi un metro de largo, pero para la época lo podían comprar los ricos.

Noticia al Día / Don Refrán

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