Dermis Baralt…cosas como la de esta noche de viernes, dos de diciembre, en el magno Teatro Baralt, te enmudecen durante un buen rato, porque el silencio abona y acuña los placeres de la mirada que te han pintado nueve cuerpos en pertinaz contorsión, en búsqueda del fondo del alma, ese lugar recóndito donde suelen acudir las emociones para irrigar sus sentires.
Les estoy intentando decir que la Compañía Danza Baralt, esa flor irrigada por el Elan de Alexander Ventura, hace un rato presentó un espectáculo “de primer mundo”, un trabajo sustentado en una tenaz pasión por encontrar y compartir todos los misterios de la carne de gallina, todos los enigmas del erizamiento del poramen, cada secreto de la transformación del telón humano en discurso y meta discurso del espíritu hechizado, cerebro y corazón, hechizo y sudor del músculo intervenido por una pasión en vivo. Todo bajo un lema instigador: Aliados por la Danza.
Muévete, muéveme. Porque lo demás será como enmudecer. Es quizás el mejor de los gestos cuando eres tocado por el poder del impacto de una liturgia como esta que recién ha sido profusamente aplaudida. Un afoque de piel de pergamino, de lienzo y de linóleo, de luz y de música maravillosamente interpretada en vivo, con un equipo técnico competente que aportó una cierta desnudez cívica, un afoque de genio por parte de nuestro mago, JL Cabrita…
Inspirado por la convocatoria del Teatro Baralt y del propio bien amado maestro coreógrafo, Alexander, estuvimos ahí, impuntuales al revés, para disfrutar como siempre de esos instantes previos a la confrontación definitiva con el respetable público.
Esa excitación previa a la función, ese pálpito bendito que involucra estar comprometido con una obra coreográfica de esta naturaleza estética. La idea consistiría en mostrar un fragmento de Dermis, este trabajo que aún fraguan en su laboratorio, los duendes corpóreos de AV…Previo, por rigor y etiqueta de los grillos, repasábamos algunos apuntes WP sobre: “La dermis es la capa más gruesa y profunda de nuestra piel. Formada por tejido conjuntivo con funciones que hacen de la piel un órgano muy dinámico, constituye el sostén de la epidermis .
Aquí también están los receptores de tacto que permiten sentir los cambios de temperatura, el dolor y el picor. En ella se forman las huellas dactilares. Gracias a la dermis podemos sintetizar la vitamina D, mantenernos hidratados y regular la temperatura corporal Sigo, silente. Desde Meta, recogeré estas palabras de Alexander, Backstage.
"DERMIS: Todo pasa e inevitablemente cambia y se transforma , dando paso a impulsos que son latentes desde un interior convulsionado que grita una plenitud que a veces asusta y abruma…Todo esto va acerca de un día convulsionado, caótico e intenso que develó un abrupto florecer que desnudo el alma de un grupo de guerreros que amo, admiro y respeto.
Hoy me siento profundamente agradecido y bendecido de existir a través de lo que amo. Gracias Diana Rodriguez (LA EXPERIENCIA DE DIANA) por capturar una sutil mirada de un día que defendimos con trabajo en equipo. Lo bueno dura para toda la vida.”
Jejeje, tengan la plena seguridad que lo que ellos, en tanto artistas de la danza, están fraguando apunta un poco mucho más allá, disculpen mi antinomia. El arte suele ser así: un poco mucho, o al revés, pero cuando funciona, como ocurrió esta noche de viernes de aroma, el resultado es exquisitamente perturbador.
Sentí esa mirada complacida y llena de regocijo u orgullo, en los rostros de tres maestros “retrimollejúos” del oficio de bailar por estas salas bellas: Víctor Fuenmayor, Guillermo González y Sonia Castillo, entre quienes la memoria silenciada me permitirá recordar. Coincidían en la fortaleza artística y en el despliegue corporal que viene in crescendo dentro de esas aulas y laboratorios que Jesús Lombardi viene desarrollando junto con estos notables artistas bellezas.
Que le dan sus árboles corpóreos a la misión de integrar la Compañía residente del teatro Baralt. Para ellos, más que un gesto de generosidad, resulta casi que una advertencia: nada más han visto el preestreno de un proyecto coreográfico que trascenderá Merced a su antinomia argumental: interno y externo. Capturen esa clave. Dentro y afuera, como las más intensas situaciones de la vida voladora. Vaya manera de cerrar la agenda artística de este 2022 ..!
Otra chuletita virtual nos guía hasta la ficha técnica: Alexander Ventura, dirige, es el productor artístico y el coreógrafo de Dermis. La fuerza y alma de toda esta reflexión coreográfica de AV, encarnada en los versátiles y exquisitamente entrenados Artistas / bailarines: @vanessarubior; @amanda.mdance ;@astry_puche; @mariangelydanza; @lma.b.a; @alxramones; @jojotorn; @leninmeza; @juancazano Y @robertovp94.
El diseño del montaje y producción musical estuvo a cargo del dueto conformado por @delroch y @probosrecords. Aquí habrá que establecer una pequeña ovación aparte, ya que este par compuso una red de sonoridades que te reflejan esa misma trama de nervios, venas, arterias y demás caminos de la vida implícitos en el esfuerzo de los bailarines.
El diseño de iluminación lo hizo el maestro @joseluis.cabrita.1 .
Hubo un lujo que la producción llevó bajo la manga: el trabajo de fotografia y direccion artistica del concepto "DERMIS ", un especialista ojo que piensa pero que también danza, @ramoncastilloimage. Ramón Castillo irradiaba felicidad a flor de piel esta noche tan en ceremonia lúdica. El Estilismo estuvo a cargo del talentoso @gerardohairmakeup. El Diseño de vestuario lo planteó el propio director, @alexander_vemtura.
Cierro los ojos para verlos ahí, sobre escena, tan juntos y tan íngrimos, tan duendes y tan masivos, tan entregados y tan móviles, como si la trama de la vida y de la piel, DERMIS, fuese un alarido mustio que excita, concita y acongoja, brillante estela que, al final, se diluye y desaparece en escena.
Lo que nadie imagina es que Alexander Ventura hace desaparecer a sus bailarines en escena para que sus espectadores los reciban en su piel abierta, manando emociones…¿Acaso no ha sido esa la misión más a flor de piel que tiene el arte de verdad? Seguiré, en silencio, bailando con esa mística devoción que a esta misma hora aún me enciende…Durante algún instante de ilusión, estimulado por la ascensión de los nueve bailarines, me pareció escuchar la voz de Walter Benjamín, susurrando en el oído de Charles Baudelaire, sus comentarios cual "flaneur":
Es muy teatro, ese que procede desde el interior del alma. Alma que camina la ciudad, noche y día, hasta el vértigo y el delirio: un gesto, otro, otro y otro y otro, ejes desafiantes de una gravedad cómplice. Hilos extremos ovillándose.
El año que viene, cuando la estrenen completita, tengan por seguro que les terminaré de contar estas visiones bien danzadas. DERMIS es un espectáculo de esos que anidan o anclan ahí, en el justo sitio multisensible. Una "vaina muy seria, arte universal con factura local".
Alexis Blanco