Millones de observadores en Estados Unidos disfrutaron el sábado de un eclipse anular de Sol con su "anillo de fuego" mientras atravesaba el cielo del norte del continente americano.
El eclipse a continuación podía ser visto en México y países de Centroamérica y Suramérica como México, Colombia y Brasil.
En Estados Unidos, el eclipse se hizo visible poco después de las 9.00 locales (16.00 GMT) en el estado de Oregón, sobre la costa del Pacífico, y atravesó el país de noroeste a sur, hasta aparecer casi media hora después en el cielo del sur de Texas (sur).
Una multitud con gafas protectoras se reunió en la ciudad de Albuquerque, en el estado de Nuevo México, entre las muchas personas que se apostaron en el oeste del país para observar el fenómeno.
Este ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra en su punto más lejano de nuestro planeta. Dado que está tan distante, no cubre por completo al Sol, lo que crea un efecto de "anillo de fuego" naranja.
La visualización del "anillo de fuego" provocó aplausos de la ansiosa multitud reunida en Albuquerque.
En el transcurso de sólo unas pocas horas, el "camino de la anularidad" más sorprendente atravesó un puñado de ciudades importantes, incluidas Eugene, Oregón y San Antonio (Texas), con fases de eclipse parcial que duraron una o dos horas antes y después.
El lapso más llamativo pudo ser observado desde ocho estados, entre los cuales estuvieron California, Nevada, Utah, Arizona, Colorado y Nuevo México.
Lamentablemente para muchos habitantes de Oregón y Texas, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos había alertado que se esperaban nubes sobre partes de esos estados, que afectaron la visualización del fenómeno.
La Nasa había urgido a las personas tomar medidas preventivas y utilizar lentes de visión solar, nunca lentes de sol regulares, para preservar su visión.
"No vea el Sol a través de un lente de cámara, telescopio, binoculares o cualquier otro dispositivo óptico mientras use lentes para eclipses o use un visor solar portátil; los rayos solares concentrados quemarán a través del filtro y causarán serias lesiones oculares", advirtió la Nasa.
En Estados Unidos, "más de 6,5 millones de personas viven bajo el trayecto del eclipse", explicó en una conferencia de prensa previa Alex Lockwood, de la agencia espacial estadounidense.
El eclipse luego atravesará México y Centroamérica, para después adentrarse en América del Sur por Colombia y el norte de Brasil antes de terminar al atardecer en el océano Atlántico.
Para aquellos sin tanta suerte de estar ubicados en algún punto del trayecto de este especial tránsito astronómico, la Nasa también está planificando una transmisión en directo por nasa.gov/nasatv/ desde las 11.30 hasta las 13.15 (15.30 a 17.15 GMT) desde Albuquerque, Nuevo México, así como Carville, Texas, y Arenas Blancas, Nuevo México.
Cohetes
El acontecimiento también sirve de abrebocas para un eclipse total que ocurrirá en abril de 2024.
Ambos eclipses serán "absolutamente impresionantes para la ciencia", dijo Madhulika Guhathakurta, científica del programa de heliofísica.
Los eclipses solares tienen un efecto notorio en la atmósfera superior, así como en la ionósfera, que está llena de partículas cargadas y responsable de reflejar y refractar las ondas radiales.
"Aunque los efectos atmosféricos de los eclipses solares se han estudiado por más de 50 años, quedan muchas preguntas sin responder", aseguró Guhathakurta.
Para estudiar estos efectos, la Nasa lanzará tres cohetes desde el Campo de Misiles de Arenas Blancas en Nuevo México, para recopilar información de los campos eléctrico y magnético, la densidad de electrones y la temperatura.
Un eclipse total se produjo en 2017 en Estados Unidos. Después del eclipse total en abril que viene, el siguiente ocurrirá en 2044, mientras que el eclipse anular próximo será en 2046.
Otro eclipse total será igualmente visible en España en agosto de 2026.
El Sol es cerca de 400 veces más grande que la Luna, pero está igualmente 400 veces más lejos. Por eso, ambos astros parecen de un tamaño similar observados desde la Tierra.
AFP