Menos de 24 horas después de elevar la probabilidad de impacto con la Tierra del asteroide ‘2024 YR4’ al 3,1%, la Nasa ha actualizado los cálculos y ha rebajado este porcentaje al 1,5%, informó la agencia espacial estadounidense en un comunicado
La Agencia Espacial Europea (ESA) también ha actualizado sus cálculos: el riesgo de impacto pasa del 2,8% al 1,4%.
Este ajuste a la baja era previsible, aunque sorprende que haya sido tan rápido. La agencia espacial estadounidense explica que después de una semana de visibilidad limitada por la luna llena, los cielos están ahora más oscuros y eso ha permitido a los astrónomos reanudar las observaciones del asteroide y reducir la probabilidad de impacto.
Los telescopios terrestres necesitan cielos oscuros para observar este tipo de cuerpos celestes, ya que a menudo son muy tenues, y durante los períodos de luna llena, el cielo se vuelve demasiado brillante para detectar estos débiles puntos de luz.
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA (CNEOS) espera que la probabilidad de impacto siga evolucionando a medida que se realicen nuevas observaciones del asteroide ‘2024 YR4’ en "los próximos días y semanas".
"Cada noche adicional de observaciones mejora nuestra comprensión de dónde podría estar el asteroide el 22 de diciembre de 2032 y subraya la importancia de recopilar suficientes datos para que nuestros expertos en defensa planetaria puedan determinar el riesgo futuro para la Tierra", explica el organismo espacial en una nota.
Las últimas observaciones han limitado aún más la incertidumbre en torno a la trayectoria del asteroide y, a medida que sigan observando el movimiento del asteroide en el tiempo, "la región de posibles ubicaciones se reducirá aún más", añade.
Además, también existe una probabilidad -mucho menor- de que este asteroide impacte contra la Luna. Los cálculos actuales de la NASA estiman esta probabilidad de impacto en un 0,8%.
Red de vigilancia
Por su tamaño —entre 40 y 90 metros— y con una probabilidad de impacto superior al 1% dentro de los próximos 50 años, ‘2024 YR4’ cumple los criterios que han hecho que se activen los dos grupos de reacción avalados por la ONU: la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG).
Los expertos de IAWN se reúnen todas las semanas para hacer el seguimiento, mientras que el SMPAG tiene previsto volver a reunirse en mayo, con todos los datos recopilados, cuando el asteroide ya no pueda verse desde la Tierra. Cuando quede fuera del alcance de los telescopios terrestres, el encargado de medir su recorrido será el telescopio espacial James Webb.
El asteroide volverá a tener un paso cercano a nuestro planeta en diciembre de 2028, aunque podrá observarse desde primavera de ese mismo año. Esta será la ocasión para, si no se ha hecho antes, establecer de forma definitiva la trayectoria de la roca.
En septiembre de 2027, la NASA tiene previsto lanzar la misión NEO Surveyor, equipada con un telescopio que acelerará la capacidad de la agencia para descubrir asteroides desconocidos, al utilizar el espectro infrarrojo, ya que aunque son oscuros en luz visible, los asteroides y cometas brillan en el infrarrojo cuando son calentados por la luz solar. NEO Surveyor proporcionará un punto de observación en el espacio que complementará a los observatorios terrestres en la detección de cuerpos celestes que puedan suponer una amenaza para la Tierra.
Noticia al Día / RTVE