El espacio aúlla y atempera
en la obra que expone Enmanuel Mastroianni
En el Centro de Bellas Artes
Deliberadamente decidí pensar un poco más la increíble experiencia estética que deviene del inteligente asunto de involucrarse directamente en la obra expuesta por Enmanuel Mastroianni en el Centro de Bellas Artes bajo el título de El silencio de lo inmaterial. Es una pieza coral. Es música.
Deliberadamente (sic) trataré de no usar las comas para intentar esbozar una mirada hacia esa exquisita conjunción de líneas, ángulos y formas que procuran auscultar dentro del corazón del espectador y a partir de su mirada atónita una relación que de inmediato retrotrae el pensamiento de John Cage: “El significado esencial del silencio es la pérdida de atención… el silencio no es acústico. Es un cambio de mentalidad. Un punto de vuelta, el silencio es solamente el abandono de la intención de oir […] Yo dediqué mi música a este cambio (al silencio) mi trabajo se volvió una exploración de la no-intención”.
Y entonces estará en el Ateneo de Maracaibo esta formidable propuesta de un artista aún muy joven con una magistral reflexión sobre la verdadera contemporaneidad del arte que nos involucra de manera independiente de nuestro deseo de interpretarla. Por supuesto que cada espectador podrá leer ese texto magistral de la doctora Bélgica Rodríguez que no deja duda sobre la enorme dimensión creativa de cada una de las piezas. Artificios (para estimular la mirada) finamente impresos o realizados mediante muy novedosas técnicas de soporte y color que muy rápido nos revelan cuáles son las verdaderas lecturas que aparecen implícitas en este festín de líneas y de poliángulos y secretos de tramas muy bien fundamentadas por la técnica desarrollada por el arquitecto que nos presentó hace un par de años Elizabeth Hazim de Castillo en su galería Art Nouveau.
Ella vino desde Miami para acompañar a su pupilo, el de Beto Frangieh y aún el mío: Enmanuel (“Dios con nosotros”, leemos al profeta Isaías) también integra el sólido grupo de 32 artistas que respondieron el test de once temas que orientan La concitación del placer: Educando la mirada para el arte, ese libro de la editorial Nimbo Mágico que, desde el 29 de octubre de 2019, viene desarrollando este cronista de silencios y de músicas multiplicadas en clave mayor.
El silencio de lo inmaterial es una de esas raras exposiciones de arte donde lo inmediato sucumbe ante lo sensato: ya bien podría el poeta Octavio Paz (instigador del libro referido) ayudarnos a comprender esta clase de arte que Enmanuel nos ofrenda:
“Surgió la música desde el centro del mundo, dolorosa y tímida, leve serpiente o tallo, como si creciera de mi corazón. Y esta sensación de nacimiento era como una herida casi dulce. Yo me unía a ti, a ti, ignorante de mi existencia (no sabías que yo estaba allí), como un ámbito impalpable y difuso, con un obscuro y rendido sentimiento, inexpresable, porque no era el deseo, ni el amor, sino algo mucho más concreto, semejante a la adoración. Y la música crecía, cada vez más alto, cada vez más hondo, penetrante, invadiendo los últimos rincones de mi ser, deshaciéndome, como un agua invisible, total, que manara del centro de la tierra; aquella herida dulce y tibia se había hecho ancha, y de ella manaba, espesa, una voluntad de penetrar en todo, de disolverse en todo, como si fuera la misma música…”.
Luego que Liliana Blanco de Montero, directora del CBA, le cediera la palabra, resultó conmovedor ver cómo el joven artista perdía la batalla con sus propias emociones, algo evidentemente contradictorio con respecto a la inmensidad proyectada de su discurso visual posmodernista. Quizás quien se haya tomado el tiempo de leer Desiderata, ese antiguo poema que él colocara en lugar estratégico de la preciosa museografía de Tito Güerere, podría advertir esa necesidad lúcida de comprimir el tiempo que reporta la exposición de Mastroianni.
En El silencio de lo inmaterial también concurren otras instituciones clave, como la Alianza Francesa de Maracaibo. Estará hasta diciembre en la sala Oscar D’Empaire y sala pequeño formato del CBA. Son, según nos ha informado el noble artista, cuarenta obras gráficas y escultóricas producidas durante los últimos dos años. Media docena de proyectos donde vincula la arquitectura y al espacio público. Luego incluye sendos proyectos de lo que llaman los neosabios, visual concept, los cuales revelan parte de ese “proceso investigativo compuesto por estudios de obras, planos, pruebas de color, consideración de materiales y dibujos, hasta el proceso de diseño y de producción final de la obra, así como también parte de sus proyectos educativos y de comunicación visual con fines institucionales realizados para el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez y la Alianza Francesa de Maracaibo...”.
Ese poema, Desiderata, también atribuido a Max Ehrmann, quien reinó entre el movimiento hippie en los Estados Unidos, con este ramillete de flores plenas de sabiduría y belleza hace que Enmanuel Mastroianni ahora reine entre nosotros, lúcido, armónico y sencillo. Leamos:
“ Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Esquiva a las personas ruidosas y agresivas,
pues son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños.
Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo,
en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu
para que te proteja de las adversidades repentinas,
mas no te agotes con pensamientos oscuros,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé cauto.
Esfuérzate por ser feliz”.
¡Salud!
Alexis Blanco
Fotos de Gustavo Baüer
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